Capítulo 43

1.1K 105 446
                                    


NARRA MACARENA

Nunca imaginé esto que vivía, pero me gustaba demasiado. Mi relación con Fabio iba de maravillas, cada día podía ir soltándome un poco más y expresarle mi cariño, tal vez aún no uno respectivo de enamorada, pero sí con mucho afecto. Él me seguía llamando por "cariño" o a veces "amor", apodos que cada vez me incomodaban menos. Casi a diario me recogía del Oasis a la hora de salida, por lo que si no tenía ensayo de baile, aprovechábamos en ir al cine o a cenar.

Me gustaba que siempre hubiera algo nuevo o entretenido por hacer, en ese punto no me quejaba de Fabio. Aunque esta era mi primera relación formal, de lo que se puede considerar propiamente la palabra, consideraba que él era una estupenda pareja. Sin embargo, habían veces que lo notaba un poco incómodo cuando le contaba sobre algún tema en relación a mi grupo de baile, ya me había dado cuenta que Simón no era de su agrado, pero hasta que no hiciera algún otro comentario como el día cuando nos encontró conversando, no podría quejarme de ello. Debían ser los celos normales de pareja. Supongo que yo también lo debería tener si viera que a alguna amiga suya muy cerca de él... Pero ese caso no existía ni yo creo que lo estaría. Como decía, aún no llego a sentir ese cariño recíproco hacia Fabio, no obstante, estaba feliz en esta nueva etapa como pareja.

- Chavales, ¿qué harán más tarde?.- pregunto Rizos.- Miren que se pierden mucho y sin nosotras.

- Fabio, tío, todo bien. Pero no nos quites a la rubia a cien por ciento, por favor.

- Ya, muchachas. Paren.

- Maca, si quieres la salida de hoy la pasamos para mañana u otro día, así la pasas con tus amigas.

- ¡Olé! Así me caes mucho mejor, tío.

- Está bien, gracias.- me empiné a darle un beso en los labios.- Venga, pues. ¿Y cuál es el plan?

- Yo propongo la casa de Yolanda y unas copitas.

- Tía que es mi casa, no la tuya.

Reí ante la conversación de mis amigas, mientras apretaba fuertemente el brazo de Fabio, donde se encontraba el mío entrelazado. Lo hacía con la intención de llamar si atención para poder agradecerle por su buen gesto.

- Bueno, bueno, ya está. Haremos algo tranqui en mi casa.

- Ves, al final en tu casa.

- Yola, eso de "algo tranqui en tu casa", no me trae buena espina. Espero que verdaderamente sea algo tranqui.

- Que lo será tía, lo será. Apenas empezamos la semana, no hay forma de desvelarnos.

Hablar de reuniones tranquilas en casa de Yolanda, era recordar aquella vez que Zulema llegó sorpresivamente para ingeniárselas en llevarme con ella, según la morena, evitando que pueda contar alguna inferencia nuestra. Ese día en que todo terminó tan mal, pero que después supo enseñarle a pedir perdón. Bueno, aunque el resto de la historia ya sabemos cómo terminó.

- Yola, Rizos. ¿Tuvieron alguna noticia del borrador que le presentamos a Saray, para la asesoría?

- Nada tía, si no, no hubiera llegado un mail a todas.

- Claro, pero pensé qué tal vez previamente se habían comunicado con alguna.

- No, Maca. La verdad es que esas tías están locas, mira que pedir el análisis ya finalizado aunque sea en borrador. Flipamos, aquello toma tiempo, ni se cómo logramos entregarlo.

- Bueno, pues. Hicimos lo mejor que pudimos.

- Tranquila, cariño.- me abrazó Fabio.- Confíen en sus habilidades. Todas ustedes son muy buenas.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora