Capítulo 79

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NARRA MACARENA

Hostias, iba llegando tarde a la universidad, todo por culpa de Zulema. Como nunca, se le había dado por quedarse en la cama y posponer todas sus reuniones, pero el problema era que quería que yo me quedara con ella y eso era imposible. Ya habíamos empezado la cuenta regresiva para el fin de año académico y tenía algunas exposiciones que empezaban esta semana, lo que significaba que cada vez faltaba poco para terminar mi carrera. Aquello me emocionaba demasiado, pero también me ponía susceptible. Acabaría una de las mejores etapas de mi vida, la cual me atreví a aventurarme sola, viniendo sin nada ni nadie desde Londres.

- Rubia, no te vayas.- se puso delante mío.

- Zulema, déjame pasar, por favor. Llegaré tarde.

- Yo le hablo luego a Miranda con alguna excusa.

- No me parece, tengo exposición y dejaría mal a las chicas.

- Mmm.- me tomó por la cintura y ubicó su rostro en mi cuello.- No creas que me he olvidado lo de hace una semana atrás.

- ¿Qué cosa?.- intenté separarme.- Zulema, en serio ya tengo que irme, por favor.

- Como me dejaste después de la llamada de tu madre.

Esa llamada. Se suponía que mis padres ya podrían haber llegado a Madrid, pero no me apetecía contactarlos ni recibir sus llamadas o mensajes. Hace dos días me estuvieron tratando de contactar, pero muy decidida en no verlos, bloqueé sus contactos de mi teléfono e intenté olvidarme de ellos... Intenté, porque en definitiva, era algo imposible de hacer en su totalidad. Temía que mis padres puedan acercarse a la universidad y finalmente me encontrasen para seguir arruinándome la vida. No entendía por qué ahora de la nada habían decidido venir a España si ya tenían su vida hecha en Inglaterra.

- Amor, ¿te pasa algo? Disculpa si te he incomodado.- escuché decir a Zulema.- Sabes que no es mi intención presionarte. Solo...

- No, no te preocupes. Pensaba en otras cosas.

- ¿En tus padres?.- me miró de frente.

- Sí. Y sobre lo otro, no me incomodas, sabes que amo estar cerca tuyo, mi bebé escorpión.- la tomé del rostro.- Y yo también quiero que podamos volver a hacer cositas juntas.

- ¿Cositas?.- me sonrió de manera traviesa.- ¿Macarena Ferreiro quiere hacer cositas?

- Zulema, ya. Ahora sí me tengo que ir, ya voy tarde.

- ¡Oh, no! Eso lo hubieras pensado antes de decirme que quieres hacer cositas.

- Amor, ya habrá tiempo en otro momento, ¿sí?.- le di rápidamente un beso de despedida y salí de la habitación.

- ¿Vas de salida, rubia?

- Hola Saray, sí. A la universidad, ¿por?

- Sí quieres te llevo.

- ¿No te estarías alejando de la oficina?

- No tengo algún problema, ademas que debo hacer algo en tu universidad.

- ¿Ah sí?

- Sí, vamos y no perdamos más el tiempo.

Acepté el viaje de Saray, ya que iba verdaderamente tarde, de hecho que tendría que interrumpir en la clase. Aunque de igual manera, me agradaba bastante conocer más de la mejor amiga de mi morena, cada vez Saray me parecía una excelente persona, aunque sí un poco de más liberal para mi gusto. Creo que dentro del tiempo que la llevaba conociendo, nunca le había visto presentar oficialmente a nadie como su pareja y lo más sorprendente era que nunca repetía cita con la misma persona. Zulema ya me había advertido de ello, pero cada fin de semana que la pasaba en casa de mi morena, veía por la mañana salir a una tía distinta y aquello no era muy agradable que digamos. Felizmente mi pequeño escorpión siempre se quedaba a dormir conmigo.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora