Capítulo 67

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NARRA ZULEMA

Sentía como si hubiera descansado por un día entero, estaba extremadamente relajada y cómoda entre mis frazadas. Si tan solo la rubia estuviera a mi costado, esto sería perfecto. Me estiré de extremo a extremo en la cama y me dispuse a salir de ella para darme una rápida ducha e ir a ver cómo estaba Macarena. A pesar que la sentía recelosa con sus temas y estaba molesta por haberme dado la libertad en ir a buscar al desgraciado de Sandoval para darle de su merecido, me alegraba saber que se la veía mejor. Ya se comunicaba de manera natural, me dejaba acercarme a ella, aunque sea de a poco. Lo mejor de todo es que ponía de su parte.

Terminé de arreglarme y vi que mi habitación, la que ocupaba mi rubia, estaba vacía seguro andaba por los alrededores de la casa.
Al bajar hacia la cocina, me encontré con la gitana quien estaba almorzando en compañía de Altagracia.

- Tías, ¿qué tal el día?

- Señorita Zahir, ¿gusta que le sirva el desayuno o el almuerzo?

- Joder, Altagracia, ¿no habíamos quedado en que me tutearas?

- Sí, disculpe... Disculpa, Zulema.

- Vale.- me senté en la barra.- Mi desayuno, por favor. Almorzaré con Macarena, ¿o es que ella ya almorzó?

- Eh, Zulema...

- Altagracia.- la cortó Saray.- Déjanos solas un momento, por favor.

- Claro.

La mexicana se retiró del lugar sin terminar de decirme lo que iba a responder, por lo que me giré a mirar seriamente a mi amiga.

- ¿Pasa algo?

- Mora, ven. Siéntate conmigo en la mesa.

- Que he preguntado si pasa algo, gitana.

- Mira, Zulema, seré tu mejor amiga, tu hermana y todo lo que quieras, pero a mí no me vengas a hablarme de esa manera que me vas a provocar.

- Ya, está bien. Ahora dime, porfa favor.- realcé estas dos ultimas palabras.- si hay algo que me tengas que decir, dilo ya.

- Vale, aquí va. Lo de anoche trajo consecuencia, y... Bueno, mejor toma esto.

Me entregó un pequeño sobre algo arrugado, lo cual no sabía que tenía que ver conmigo y las supuestas consecuencias de las que hablaba la gitana.

- Venga, tía. Ahora entiendo menos.- tomé el sobre.- ¿Qué cojones es esto?

- Léelo, Zulema.

Miré el papel blanco que tenía en mi mano, dándole una vuelta para ver si decían datos como el remitente o el destinatario, pero nada. Levanté la mirada hacia mi amiga, a lo que ella me hizo una seña para que siguiera con ello.
Al abrirlo, pude reconocer la letra de quien lo había escrito, era imposible no reconocer cada aspecto y característica de la letra de Macarena, y esta era suya. Se trataba de una carta que ahora entendía iba dirigida hacia mí.

"Zulema, seguro leerás esto cuando no me veas y preguntes por mí. Efectivamente, no me encuentro en ninguna parte de la casa, me he marchado. Es lo mejor para ambas, para todos, no quiero arrastrarlos en mis problemas, no se lo merecen y mucho menos tú. He podido notar en tus ojos que todo lo ocurrido te está afectando de tal manera que me duele, en mi vida he querido hacerte daño y no puedo aceptar hacerlo ahora. Por favor, no tomes mis palabras como un alejamiento definitivo, he descubierto que no puedo alejarme de ti por más que quisiera, y no es sólo porque al final del día tú siempre estés ahí insistiendo, sino porque yo tampoco quiero hacerlo, estar contigo. Tan solo he decidí tomar un poco de distancia para no afectar tu vida radicalmente. No quiero que dejes tus negocios, no quiero que te metas en problemas, no quiero verte sufrir como anoche.
Por favor, discúlpame por lo que estoy haciendo, es que solo... Necesitamos cada una su pequeño espacio para poder lidiar sanamente con todo esto.
Te juro que estoy poniendo de mi parte para seguir saliendo adelante, no tienes de qué preocuparte. Por favor, no me insistas en que regrese a tu casa, esta decisión es lo mejor para las dos.

Bajo hipnosis (Zurena AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora