Bajo hipnosis (Zurena AU)

Capítulo 63

Este capítulo puede herir susceptibilidades.
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NARRA MACARENA

El día estaba siendo demasiado agotador, tal cual lo fue ayer. Bueno, lo rescatable de todo era que pagarían el doble por las horas extras, no cabía en la felicidad por ello, de tan solo pensar en mi nuevo sueldo, estaba demasiado fascinada. Esto me ayudaría tal vez a lograr poner algún negocio independiente de asesoría. No era mala idea, claro que no competiría con el de Zulema, ni de loca. Empezaría solo con algunos pequeños servicios en específico e invitaría a mis amigas a sumarse a este proyecto.

Hablando de la morena, hoy no se había dado el tiempo para poder conversar, vi que me había dejado un mensaje, pero ni quisiera pude leerlo. Felizmente este evento acabaría en tan solo una hora, no obstante después de ello venía otro tema muy importante y bastante incómodo, mi cita con Fabio. Había dejado de pensar en ello, pero a medida que avanzaban las horas, se hacía cada vez más presente.

- Maca, ¿me ayudas con estas cajas?

- Sí, Tere. A ver yo cargo de un lado y tú del otro.- tomé la caja intentando cargarla, pero pesaba demasiado.- Tía, pero qué hay aquí. Esto no podemos llevarlo las dos.

- En su interior hay botellas de vino.

- Vale, pues obviamente necesitamos del apoyo de alguien. ¡Gustavo!.- llamé a nuestro compañero.- Por favor nos llevas esto a...

- A la cocina. Son para que los mozos coloquen en las mesas que ya no cuentan con vino.

- ¿Pero para qué les vamos a dar más bebida si el evento está por terminar?

- Sandoval quiere que se le coloque a todos porque se ve mal las mesas con las botellas vacías y no se que más, en fin.

- Bueno, ya las llevó. Dámelas.

- Ay, Maca. Estoy demasiado agotada, ya quiero recostarme en mi cama.

- ¡Y yo!, pero vamos a darle una última fuerza que ya va a acabar y de inmediato podremos irnos.

- Vale, tengo que ir a la cocina, ¿tú?

- Pues a revisar que todo esté en orden por las habitaciones.

- Venga, tía. Entonces nos vemos.

Estuve dando mi recorrido usual en todos los pisos, más de veinte pisos con los que contaba este hotel del Oasis. Es que era el principal, los otros que se encontraban a las afueras de Madrid eran más pequeños, sólo un par de veces los habré visitado cuando necesitaban apoyo.

Ya estaba por terminar mi recorrido en el ultimo piso, y efectivamente estaba a tiempo para poder irme a la hora indicada. Seguro Fabio ha de estar esperándome. Revisé mi celular y así era, tenía un mensaje suyo diciendo que ya había llegado y me esperaría en el frontis del hotel. Pude ver que ahí seguía el que Zulema me envió más temprano, prefería abrirlo de camino al camerino de empleados.

- Macarena, necesito de tu ayuda, por favor.- vi a Sandoval quien bajaba las escaleras.-Tenemos complicaciones, la salida por la parte trasera. Al parecer no se les ha notificado a tiempo a los huéspedes que usaremos ese lugar para el evento y muchos de ellos siguen usando instalaciones como las piscinas, entre otros.

- ¿Quiere que baje y les comunique?

- Por favor, confío en tu buen tino de comunicación para que me apoyes en ello. Yo estaré ahí ante cualquier inconveniente.

- Bueno, está bien.

Llegamos rápidamente al primer piso y yo iba preparando mentalmente mi discurso para poder solucionar el inconveniente lo más rápido posible e ir al encuentro de Fabio.