K/DA (Temporada 1)

115. Necesitamos un excelente Show.

Ajax quería hablar conmigo asi que me quede para saber que necesitaba. Nos fuimos a un lugar a parte donde nada ni nadie nos interrumpiera.
Me parecía que Ajax estaba un poco nervioso o tímido.
No tenía tiempo y solo me detiene para preguntar como estoy pero... ¿que hago para no sonar odiosa?

- Supongo que bien... bueno me voy, tengo que volver rápido - dije.

Me estaba alejando cuando Ajax me detuvo sujetando mi mano.

- ¡Espera! Hay algo más que quiero decirte - dijo nervioso.

- ¿Que pasa Ajax? ¿Tienes algo? - pregunté asustada.

- No se co...como decirte. Es que...

- Dilo sin pena - dije.

Sinceramente ya se me estaba acabando la paciencia.

- ¿Qui...quieres ir al baile con...conmigo? - preguntó.

Me quede en shock, no podía moverme ¿Y ahora que le digo? ¿Y si él chico con el que hablo estudia en esta secundaria y nos ve?

- Muchas gracias por la invitación pero... creo que tendré que rechazarla - dije nerviosa.

- Mm ya veo... te gusta alguien ¿cierto? Entonces... ¿y si vamos como amigos? - preguntó.

No se si solo como amigos servirá. Últimamente siento cosas por él chico con el que hablo y si nos ve puede malinterpretar las cosas y no quiero eso.
Por otro lado si rechazo la invitación de Ajax él no tendrá con quién ir y se sentira sólo, quizás él se apartará de mi si no la acepto. Ajax y yo nos llevamos muy bien. Creo que la aceptaré.

- Bien... si es en modo amigos está bien. ¡Acepto ir contigo al baile! - dije.

Ahora que lo pienso, ir al baile no suena nada mal.

- ¡Bien! Cuando nos digan la fecha te avisaré - dijo.

- ¡Gracias! - dije y me fui corriendo hacia el salón.

En la habitación de Jayce.

Por dicha pude tener permiso de Dann solo espero que nadie me siga.

De pronto llegó buenamente Dann.

- ¿Oye... me pregunto como lo harás si no sientes las piernas? ¿Jayce me estás mintiendo? Dime la verdad... sabes que detesto las mentiras y sabes muy bien que pasa si no cumples con una de mis reglas - dijo seriamente.

Puede que se ya se dio cuenta y si aún no se ha dado cuenta, seré más astuto que él.

- Bueno... la chica hará todo el trabajo así que no habrá problema - dije nervioso.

- Pero debes mover tus piernas y aún no las sientes o ¿sí? - preguntó.

Él se acerco a mi y me pellizco la pierna. Pude sentir su pellizco, intenté mover un poco las piernas y si pude.

- ¡YA SIENTO LAS PIERNAS! - grité.

- Que bueno muchacho, ve a hacer tu acción - dijo.

- Gracias jefecito - dije.

Me levanté de la silla pero aún mis piernas no soportan mi peso. Solo una de mis piernas si logra sostener un poco mi peso. Ya que... deberé ir con muletas o será mejor seguir en ruedas. Creo que mejor iré en muletas, así ejercito mis piernas.

Me aliste, salí de la cueva y me dirigí a la casa donde vive Sebastián.

En el kiosco.

Evelynn se despertó cuando colgué la llamada. Hice como ella dijo, dejarse llevar y no sentir pena, empecé a acariciar su cabello.

- ¿Quién era amor? - preguntó.