96. Látigo.

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Mi padre se lanzó a mi para "darme" una lección con golpes pero lograba defenderme.

- ¡DEJA DE JUGAR DE HOMBRECITO SEBASTIÁN! ¡A MI NO ME FALTAS EL RESPETO!! ¡NUNCA! - gritó.

- ¡ME VALE TODO LO QUE ME DIGAS! ¡NO PUEDO CONFIAR MÁS EN TI MALDITO! - gritaba...

Le di un fuerte golpe en la nariz y luego entre la entrepierna.

- ¡CONMIGO NO VAN LAS MENTIRAS Y TÚ LO SABES! - grité nuevamente.

Le di otros buenos merecidos golpes y me fui corriendo a mi habitación.

Al llegar a mi habitación perdí todo el control, arrobaja cosas... estaba completamente loco...

Había cerrado la puerta de la habitación con llave, mi padre estaba como loco golpeándola, parecía que la iba a romper la puerta de tantos goloes.

- ¡DEJA LA MALDITA PUERTA EN PAZ! - grité.

- ¡¿AÚN SIGUES DESAFIANDO?! - gritó.

- ¡ME VALE! ¡ME HAS MENTIDO POR 8 AÑOS! - grité.

- ¡DEJA DE GRITAR SEBASTIÁN! - gritó nuevamente.

- ¡DEJA DE GRITAR TÚ! - respondí.

Parecía que ninguno de los dejaría de gritar. Hasta que llegó alguien a la casa.

Creo que por fin podría estar solo, sin verle la cara de mentiroso a mi padre.

En la secundaria.

No sabíamos hacia donde nos dirigíamos, solo seguimos a los chicos. Atravesamos una valla de metal, luego tuvimos que caminar por unoa arbusto para luego encontrar un túnel viejo.

- ¡Hemos llegado! - dijo Neo.

Estabamos demasiado asombradas de lo que vimos. Era un lugar destruido por el poder de la naturaleza. Parecía que estábamos en el patio trasero de una casa.

El piso estaba lleno de cerámica blanca y negra, algunas piezas estaban levantadas por las raíces de los árboles.

- ¿Que les parece? - preguntó Ajax.

- Está muy hermoso este lugar, parece de un cuento - dijo Kaisa.

- Si, eso creo - respondió Ajax nerviosamente.

Exploramos el lugar un poco. Había candelabros viejos y por todos lados había unas especies de esculturas de mármol. El lugar parecía más interesante, habían varias mesas de piedra.

- ¿Ya vamos a comer? - preguntó Akali.

- Sí, debemos darnos prisa - dije.

- Bien... vamos a aquella gran mesa - dijo Joe.

Nos dirigimos a una gran mesa rectagular, sobre ella había un candelabro de cristal que lo sostenían unas grandes ramas. Además había un pequeño espacio sobre nosotros donde entraban los rayos del sol.

- Tomemos fotos rápido - dijo Kaisa.

- Deja eso, casi no hay tiempo - dijo Akali.

- Yo si quiero una foto - dijo Eve.

- Ya ven... ella si quiere no como ustedes que son unos aburridos - dijo Kaisa.

Evelynn posaba para las fotos, supongo que Kaisa tiene razón.

- ¡Yo también quiero! - dije.

- ¡Claro! ¡ven! - dijo Kaisa.

Después de mi todos se animaron, creo que el lugar es muy hermoso como para no tomarse una buena foto.

K/DA (Temporada 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora