K/DA (Temporada 1)

98. Quiero estar solo.

Mi hermano parece haber llegado en el momento equivocado. Si entra a la habitación me detendrá en la corrección de mi hijo.

- ¡HERMANO DEJA A SEBASTIÁN YA! -  gritó mi hermano.

- ¡VOY A TERMINAR DE EDUCAR A ESTE MALCRIADO DÉJANOS! - grité.

¡NO TE RESISTAS SEBASTIÁN! ¡MALDITO MALCRIADO! ¡PARECE QUE NO TE EDUQUE BIEN! ¡TU HERMANO ESTARÍA DECEPCIONADO!

- ¡QUE TE CALLES! - gritó Sebastián.

No puedo creer el nivel de rebeldía de Sebastián.
Él intentaba levantarse pero yo lo detenía, tiene valor de enfrentar a su padre.

Seguía pegándole con el cinturón hasta que...
- ¡DETENTE!....

Algo parecer haber sucedido, vi gotas de sangre en el suelo. Luego de eso, vi a Sebastián tapándose el ojo derecho.

- ¿Que paso hijo? - pregunté preocupado.

- ¡Ahora no vengas con tu estupida lastima - gritó.

- Por favor Sebastián... ¡Déjame ver! - grité.

Sebastián se levantó del suelo, corrió hasta el balcón y se lanzó.

- ¡SEBASTIÁN, VEN ACÁ DE INMEDIATO! - grité

Mientras corría por el césped... me saco el dedo de en medio.

- ¡SEBASTIÁN! - grité una última vez.

Mi hermamo y los chicos pudieron entrar.

- ¿Y Sebastián? - preguntó Ana.

- Salto por la ventana y se fue corriendo - respondí enojado.

- ¡Vamos a buscarlo chicas! - dijo Evelynn.

- Por favor, mientas tanto yo tendré una larga charla con Esteban - dijo mi hermano.

En el jardín.

- ¿Dónde estará Sebastián? - pregunté.

- Está en una cabaña al final de la finca - respondió Eve.

- ¿Como estas tan segura? - pregunté.

- El me abrazo y yo le dije en su oído que si algo pasaba, fuera en dirección recta de la piscina. Vamos chicas - respondió.

Seguimos a Eve hasta esa cabaña, no sabíamos que había una cabaña escondida en este lugar. Ya hemos visto todos los lugares de esta finca pero jamás hemos visto una finca.

- ¿Porque está tan escondida esa tal cabaña? - preguntó Akali.

- Mi padre peleaba mucho con mi madre, entonces el construyó esa cabaña para irse a vivir cuando mi madre lo echaba de casa. El me llevaba a esa cabaña para jugar commigo. Solo yo conozco ese lugar porque está muy bien escondido - respondió.

El camino es un poco rocoso, si no pisabas bien, te podías torcer el tobillo. No fue tan largo la caminata.

- Llegamos - dijo Eve.

- ¿Enserio? Un establo para caballos? Cualquiera se daría cuenta de que es una casa - dijo Akali.

- Entremos - dijo seriamente.

Entramos pero no había ninguna señal de cosas de una casa.

- ¡Tenías razón! - gritó Akali.

- ¿Donde esta la cabaña escondida? - pregunté.

- Está al fondo - respondió.

Fuimos al fondo del lugar. Por suerte nos encontramos a Sebastián donde guardaban la comida para caballo.