K/DA (Temporada 1)

104. Demuestren de lo que están hechas.

Dann me mando a una misión con dos hombres a una tienda abandonada, pero cuando bajamos del auto ambos hombres me empezaron a golpear y era obvio que yo no me dejaria.

Ambos se me lanzaban a la misma vez pero los detenía. Uno de los hombres se me lanzó y caímos al suelo. El se sentó sobre mi abdomen y empezó a golpearme en la cara. Son debiluchos pero tienen bastante fuerza. intentaba quitarmelo pero no podía, creo que me ha logrado atrapar fuerte.

Forsejeaba pero era imposible.

El hombre saco algo de su pequeña moquila.

- ¡Te volare la cabeza idiota! - gritó.

Me puso una granada de mano en la boca, ya estos hombres se han pasado del límite. No se que hacer...

- Aw... tiene miedo pero tranquilo... no dolerá, te lo aseguro JAJAJAJA - rio el hombre.

No podía quitármelo de encima. No pesaba por masa muscular sino por los huesos.

- No te muevas Sebastián, ya acabaremos con esto y sin duda nos dejarás buen dinero - dijo uno de los hombres.

Seguía tratando de quitarmelo pero era imposible. El hombre intentaba quitar el seguro pero no podía.

- Tendrás suerte si no detona instantáneamente pero si lo hace ambos moriremos idiota - dije seriamente.

- ¡Tu cállate! - gritó y nuevamente me puso la granada de mano en mi boca.

- ¡Alto los dos! - gritó.

En la habitación de Evelynn.

Aún no podíamos creer el gran regaño que nos dieron los entrenadores. ¿Tan mal estamos?

- ¡Akali no debiste gritarle! Por tu culpa ahora estaremos aprueba - gritó Evelynn.

- ¡Nadie nos debe gritar! - dijo Akali.

- En ningún momento nos gritaron, solo mostraban su decepción - dijo Eve seriamente.

- Bueno... si ellos se comprometieron en ser nuestros entrenadores entonces también deberían ser más comprensivos. No podemos estar atadas siempre a un maldito videojuego - dijo Akali enojada.

- Tranquilizate Akali, mañana tendremos entrenamiento después de la escuela, así que debemos dar un buen rendimiento - dije.

Le puse un mensaje a Sebastián de que a cambiado la fecha para la pijamada. Debemos descansar para mañana.

En la habitación de Kaisa y Keisha.

- ¡Deja ese maldito teléfono! ¡Ya es hora de dormir! - grité.

- ¡Ya lo guardaré hermana! - gritó también.

- Deja de hablar con ese hombre, no sabes si es un hombre de 55 años y no te das cuenta - dije.

- Es un chico de 18 años tal y como dice aquí. Ademas tiene la foto de un personaje anime - dijo Kaisa.

- Bien... no llores cuando te hackeen alguna cuenta - dije enojada.

- Celosa es lo que estas - dijo.

La deje que siguiera hablando con ese hombre aunque si sintiendo un poco de curiosidad por saber quien es.

En la tienda.

El amigo policía de mi padre por suerte logró llegar a tiempo. Atrapamos a dos hombres más. Ya van 3, debemos atrapar a todos, sin que Dann se de cuenta hasta que le queden pocos de sus hombres.

- Bien Sebastián, supongo que deberás volver a la casa de Dann. Llámame antes de entrar a la casa - dijo.

- Nos vemos - dije seriamente.