K/DA (Temporada 1)

63. Esperanza

La madre de Zac se acercó a mí y me empezó a golpear en el pecho.
- ¡Todo esto es un maldita culpa! - dijo llorando.

- Lo lamentó mucho - respondí.

- ¡Ya no me importa nada! Creí que eras buena muchacha y mi pobre hizo enamorado locamente de ti - respondió.

Me acerqué a ella y le di un fuerte abrazo.

- Créeme... lo siento de corazón. No quiero perder a Zac - susurre en su oído.

- Lo siento por lo que te dije Ahri. No me supe medir con mis palabras - dijo llorando.

De pronto salió un doctor. Él se quedo enfrente de la puerta.

- ¡Digame que le pasó a mi hijo! - dijo la madre de Zac.

- Bueno... creo que no sería lo correcto engañarla entonces... Señora su hijo estuvo a punto de morir, pero pudimos salvarlo a tiempo - dijo el doctor.

- Que dicha doctor. Muchas gracias por salvar a mi hijo - dijo la madre de Zac.

- ¿Quién se llama Ahri acá? - preguntó el doctor.

Todos voltearon a verme y respondí nerviosamente.

- Soy yo señor. ¿Qué pasó conmigo? ¡No me diga que me van arrestar! -

- Tranquila no es eso. Mientas venían de camino en la ambulancia, el muchacho dijo tu nombre varias veces - respondió el doctor.

- ¡¿Eh?! ¿Enserio? - pregunté.

- Claro, entonces pensamos que entres a verlo un rato - respondió.

- ¡No! - gritó su madre.

- Cierto... su madre debe verlo primero no yo. Además yo fui la culpable de que esté acá. Ella debe entrar primero - dije.

- Cierto pero creemos que si siente tu presencia se recupere - diko el doctor.

- ¡Yo no debo....

- Está bien Ahri... entra primero. Después de todo Zac te quiere escuchar primero - respondió su madre

Acepté, el doctor abrió la puerta de la habitación y entré.
La luz estaba encendida y había un aire frío.

Zac estaba cobijado.
Me acerqué y estaba un poco pálido aunque podía ser la luz.
Tome una de sus manos y estaba muy fría. Intenté calentarla con mis manos pero los intentos eran inútiles.

Aún recuerdo cuando estuve en el hospital y hice como sí no lo recordará. Fui un poco grosera pero si no hubiera sucedido eso, jamás me hubiera convertido en la novia de Zac.

Me senté en una silla que esta justamente está a la par de la cama. Quizás no tenga mucho más tiempo para estar abrazada a Zac, pero quizás pueda tomar su mano y calentarla hasta que llegue el momento de irme.

Afuera de la habitación.

- Él va estar bien amor. No te preocupes - dijo Sebas seriamente.

- Ya lo sé... sólo que nunca había visto a Ahri tan furiosa y triste. Nunca la había visto así - dije.

- Yo menos y eso que es mi prima pero en fin... Tengo que ir a casa a leer un libro sobre arquitectura - dijo Sebas seriamente.

- Esta bien. Cuídate mucho, no quiero que te pase algo malo cariño - respondí.

Sebas se dio media vuelta pero sentía que me faltaba algo, creo que...

- ¡Espera! - dije.

- ¿Que pasó? - respondió.

- Quie... quiero un... ¡Quiero un abrazo! - respondí tímidamente.