｡･:*:･☆ 𝒎𝒊𝒏𝒅𝒃𝒓𝒆𝒂𝒌𝒆𝒓 ||
❝━Sin ofender, Mer, pero antes eras muy amargada, y de pronto, cuando llegó Pietro, tu vida se llenó de colores.❞
˚ ༘✶ Pietro Maximoff x female OC ✶༘˚
𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰
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La habitación de Mer se llenaba poco a poco del suave olor de su perfume favorito. La joven se preparaba para la fiesta que organizaban los vengadores mientras tarareaba el coro de una de sus canciones favoritas.
Alguien llamó a la puerta y Mer indicó que pasara. La puerta se abrió y Maria apareció vistiendo un bonito vestido rojo con detalles dorados en el cuello.
— ¿Estás lista? —cuestionó Hill
— Casi, aún no me decido si llevar el cabello suelto o trenzado —explicó Mer mientras movía su cabello castaño de un lado a otro con sus dedos
— Suelto se te ve genial —admitió Maria y Mer asintió, aceptando el cumplido
— Entonces estoy lista —concluyó la joven
Tomó su chaqueta y ambas salieron de la habitación para dirigirse a la terraza del lugar.
Al llegar, los 6 vengadores se encontraban sentados en un largo mueble esperando a los invitados.
— ¡Mer, luces genial! —dijo Natasha en cuanto vio a su compañera salir del elevador
— Gracias, tú también luces increíble —respondió Mer con una gran sonrisa
— Señorita agente Mer Hawkins, que gusto verla de nuevo —saludó Thor, quien apenas llegaba a la ciudad y no había tenido tiempo para saludar
Mer saludó a todos y tomó asiento.
Después de un rato, los invitados comenzaron a llegar y la fiesta comenzó a verse más divertida.
La joven se dirigió a la barra para pedir algo de beber y Steve se encontraba ahí, quien de inmediato le mostró una sonrisa.
— ¿Cómo te la estás pasando? —inquirió Steve, iniciando una amistosa conversación
— Muy bien, ¿tú?
— Bien, hace mucho que no asistía a una fiesta —admitió Rogers, con una pequeña sonrisa de vergüenza
Mer asintió con una sonrisa similar, pues estaban en el mismo caso.
Dio un trago a su bebida y tocó gentilmente el hombro de Rogers. El rubio negó suavemente con la cabeza. Estaba nervioso porque quería pedirle a su compañera que se quedara unos días más pero, sabía que había estado rechazando todas las ofertas los últimos días.
— Lo que quieras preguntar, hazlo ahora —dijo Mer, riendo
— ¿De verdad piensas regresar a Atlanta? —cuestionó Steve, finalmente
— Sí, ahí está mi vida —respondió la joven, encogiéndose de hombros
