𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff

2.39 - ¿Perdimos?

La culpabilidad, y el sufrimiento te destruyen y te arrastran hasta el suelo para luego hundirte entre tu propio dolor.

Sentirse hundidos en dolor, así es como los vengadores describían su pérdida.

Al día siguiente de la última batalla, los vengadores estaban vestidos de negro, en un funeral al que Mer les había rogado que no asistieran.

Pietro pasaba suavemente su mano por la espalda de su novia, mientras la observaba limpiarse las lágrimas conforme el ataúd de su madre era bajado lentamente a lo que sería su tumba.

Ally lloraba desconsolada entre los brazos de Natasha, culpandose una y otra vez por algo que nadie podía entender.

"En memoria de Elys Marie Hawkins.
Hija. Madre. Esposa." Era lo que decía su lápida, junto a su flor favorita tallada sobre la piedra.

Todos estaban destruidos, y había cientos de razones para aquello.

Mer creía que tal vez, si hubiera hecho las cosas diferentes, su madre estaría junto a ella, y tal vez, él enfrentamiento con Thanos hubiera sido muy diferente.
Tal vez el equipo estaría completo, y el mundo no hubiera perdido a la mitad.

Se sentía terrible tener un funeral después de una pérdida masiva de personas.
Mer no podía dejar de sentirse culpable, porque ella tenía un cuerpo que enterrar, pero, las otras miles de millones de personas que habían perdido a sus familias, sólo tenían polvo.

El ambiente estuvo tenso desde que tuvieron que dejar Wakanda, hasta el funeral y luego el complejo.

Dejaron un maravilloso país hecho ruinas, y aunque querían quedarse, habían sido formalmente invitados a retirarse.

Nadie se atrevía a formular palabras que tuvieran que ver con la visible derrota, porque nadie tenía el valor de hablar de eso.

Cuando el Quinjet finalmente aterrizó sobre el verde campo del complejo, un Thor muy molesto se levantó de su asiento, mientras observaba a sus compañeros bajar del avión.

— ¿¡Vamos a seguir actuando como que no perdimos!? —exclamó el asgardiano, desde la puerta de la nave— ¡Acabamos de ser derrotados, y ninguno de ustedes está haciendo nada para solucionarlo!

Steve soltó un suspiro, y detuvo su paso para darse la vuelta, y observar a su amigo con decepción. Pronto, cada par de ojos estaba sobre el asgardiano.

— Lo siento, Thor —se lamentó el capitán— Lo lamento mucho. Lo siento tanto, chicos.

La fuerza de Steve se destrozó, y sin mucho que poder hacer, dejó que las lágrimas cayeran de sus ojos azules, y recorrieran todo su rostro.

— Perdón —murmuró una vez más

Natasha se acercó a él de inmediato, y posó sus manos sobre sus hombros.
— Steve, no es tu culpa.

— Tus disculpas no van a traerme de vuelta a mi hermano. ¡Ninguno de ustedes entiende! —reclamó el asgardiano— ¡Loki era lo último que me quedaba!

El hombre llevó sus manos hasta su rostro, desesperado. Soltó un suspiro, y luego posó su mano sobre el botón que cerraba las puertas del Quinjet.

— Thor, ¿qué haces? —cuestionó Bruce, preocupado

— Iré a buscar a Thanos, y lo aniquilaré con mis propias manos —sentenció

Mer negó con la cabeza de inmediato, y sus ojos se envolvieron en color dorado.
El cuerpo de Thor se volvió rígido, y sus pupilas se dilataron. Aquello hizo que Mer tuviera el control sobre él.