𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff

1.42 - Mi chica

Pietro se paseaba por el complejo con una enorme sonrisa, después de su entrenamiento con Sam.
Habían pasado dos semanas desde que todo había vuelto a la normalidad, y esa sonrisa no salía de su cara desde entonces.

Llegó a la sala de estar, y se encontró con Wanda, Natasha y Mer, disfrutando una película navideña, aunque aún faltara mucho para navidad.

Wanda, como siempre, estaba sentada en un sillón individual, con las piernas cruzadas y un gran bowl de palomitas de maíz; mientras que Natasha y Mer estaban sentadas en el largo mueble que daba justo frente al televisor, con un bowl de palomitas en el centro, que ambas compartían.

Pietro saludó a las tres, y luego se hizo un espacio entre la pelirroja y Mer para poder sentarse ahí.

Natasha no se quejó, pero se quedó con el bowl de palomitas que compartían anteriormente.

El velocista no tardó en pasar su brazo por los hombros de Mer, y luego dejar un pequeño beso en su mejilla, quien lo devolvió también, sintiendo las mejillas suaves del castaño, pues este había decidido retirar su barba sólo por diversión.

— ¿Qué harás después de ver la película? — murmuró cerca de su oído

— Ver otra película — bromeó

— ¿Por qué no vienes conmigo? — propuso, con una sonrisa coqueta — Quiero ir a nadar, ¿vienes?

Mer lo pensó unos segundos, pero finalmente aceptó.

— Bien, chicas, me cuentan en qué terminó — dijo, mientras se levantaba de su lugar, tomando la mano de Pietro

Ambos se dirigieron al elevador, hasta el último piso, dónde estaba la gran piscina de interior.

— ¿No crees que el agua debe estar fría? — sugirió la castaña, nerviosa

— No lo sé — se encogió de hombros, y luego se movió rápidamente para revisar la temperatura del agua — No lo está

Mer asintió, y luego se quitó el suéter que llevaba encima, quedándose solamente con la blusa blanca holgada y los shorts que llevaba.

Los zapatos de Pietro desaparecieron rápidamente, y luego se lanzó a la gran piscina, salpicando a Mer con el agua fría, que según él, no estaba tan fría.

— ¡Pietro! ¡Está helada! — replicó, apenas sintió las gotas en su cuerpo

— No es verdad — negó divertido, con un puchero — Ven aquí

— No, no me quiero congelar

— No te vas a congelar, confía en mi — sonrió, extendiendo su mano hacia ella

Mer tomó su mano, y se sentó en la orilla de la piscina, introduciendo sus piernas lentamente, para incorporarse a la temperatura del agua.

Pietro la tomó suavemente por la cadera y la empujó hacia él, para que ella bajara completamente al agua.
Su piel se erizó rápidamente, debido al cambio tan brusco de temperatura, pero a Pietro no le importó mucho.

El velocista la acercó a él, para envolver sus brazos en su cintura, dibujando una sonrisa en su rostro.
Lentamente, se acercó a sus labios y comenzó a besarla con suavidad, mientras acariciaba su cuerpo bajo el agua, y ella llevaba sus manos a la nuca del ojiazul, jugando con su cabello medio rizado.

Pietro se atrevió a comenzar a jugar con sus lenguas, aumentando la intensidad del beso, que de ser uno tierno, se volvió uno salvaje de repente.

Sus manos recorrían la espalda de Mer por debajo de la camiseta holgada que llevaba, haciendo que la castaña se estremeciera ligeramente por su toque.