𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff

2.48 - Preocupación

Los días de Pietro comenzaban consigo mismo sin poder acostumbrarse al nuevo cambio de horario. El jet lag lo tenía muy mal, pero poco a poco iba acostumbrándose a sus nuevos días en Escocia.

Pasó una semana. Una larga semana, y Pietro no podía descansar en casa. Se sentía fuera de foco, como si su cuerpo y su mente estuvieran ambos separados, pero, aún así intentaba mantener los pies sobre la tierra.

Salía a correr seguido, en esas carreras contra el mismo para divertirse y desestresarse. Soltar algo de adrenalina era bueno para el cuerpo, y mantenerse ejercitado lo hacía sentirse mejor consigo mismo.

Por las tardes ayudaba a Gretta a atender la cafetería, y luego, se encargaba de cuidar a Rachel y a ayudarle un poco con sus tareas para mantenerse distraído y no pensar en lo pesada que se sentía su mente.

Él no había recibido un alto nivel de educación como para ser el tutor de alguien, pero sabía googlear a la perfección para poder apoyar a Rachel.

Lucy había insistido en pagarle como niñero, pero él se había negado de todas las maneras posibles, y simplemente lo catalogaba como un favor.

Para la segunda semana, el velocista ya estaba comenzando a acostumbrarse nuevamente a Escocia, pero, aún así, se sentía cómo si algo le hiciera falta.

Se sentía incompleto, y no podía dejar de pensar en su hermana. Por más que intentaba convencerse de que ella ya no estaba, algo dentro de él se aferraba a su recuerdo.

Todos los días sin falta, iba al departamento de la sokoviana, y regaba sus plantas con la esperanza de que volvieran a florecer en algún momento.

Regresar a su departamento después de eso, se sentía extraño.

Todas las cosas de Mer seguían ahí, porque no había tenido el valor para sacarlas aún después de que ella le sugiriera que las donara a la caridad.

Para él no era tan simple. Una parte de Mer estaba entre todo eso, y simplemente no se quería deshacer de ello, pues sentía como si se borrara una parte de ella.

Era difícil, porque se sentía como si estuviera atravesando por dos duelos diferentes. Había perdido a Wanda, su hermana, su otra mitad. Crecieron juntos, perdieron juntos, ganaron juntos y atravesaron por toda esa vida llena de desgracias de la mano del otro, apoyándose sin ninguna esperanza de poder cambiar algo. Ella no estaba, y se había ido de una manera que aún no podía procesar. Era como si estuviera muerta y desaparecida al mismo tiempo. Lo que más le dolía era saber que no había forma de traerla a casa de nuevo, y eso era un gran peso sobre sus hombros, pues había prometido protegerla y aunque intentó, no lo había hecho correctamente.

Con Mer era diferente. Ella había sido su compañera por mucho tiempo, y los últimos años ambos se habían amado intensamente sin parar, así que dejar esa relación para tratar de encontrarse a sí mismo era un peso más de culpa que llevaba con él.

Siempre había escuchado de otros que ''si amas algo debes dejarlo ir'', y nunca le había parecido correcto hasta que vio a Mer sentirse afligida por no poder ayudarlo, la vio quedarse sin palabras y la vio sentirse culpable. Además, luego de esa pesadilla extraña que tuvo con su suegra difunta de protagonista, todas sus expectativas de su persona se habían caído a pedazos.

Siempre se había catalogado a sí mismo como una persona protectora, que suele ocuparse de cuidar a los demás sólo por que quiere, aún si los demás se pueden proteger a sí mismos, pero, ahora todo había cambiado y le costaba ser quien él quería.

Se volvía cada vez más complicado, pero comenzaba avanzar poco a poco cuando abría sus sentimientos con los demás.

La primera en escucharlo fue Gretta, y ambos terminaron llorando después de un rato.