𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff

3.13 - Dear wanda

-ˏ ˋ ♡ ˊ ˎ-
𝐏𝐈𝐄𝐓𝐑𝐎'𝐒 𝐏𝐎𝐕

Luego de dejar a Mer en casa, decidí que sería buena idea darme una vuelta para observar el nuevo monumento que han hecho en memoria de los que se fueron.

Natasha me dijo que le había traído un poco de tranquilidad ir ahí, y recordar a los que perdio.

Tomé el camino corto. El cielo estaba nublado, y en cualquier momento comenzaría a llover.

En todo el trayecto hasta ese lugar, no pude dejar de pensar en lo mucho que mi hermana amaba la lluvia.

Su parte favorita eran los arcoíris que venían después.

Desde pequeños, eso le había parecido fascinante.

Yo disfrutaba verla feliz, aunque casi nunca se lo dijera.

Debí decírselo más seguido, tal vez así podría conservar más memorias de su sonrisa.

Llegué a ese lugar.

Este gran lugar que antes era un parque cualquiera, hoy se ha llenado de muros que parecen lápidas.

Los nombres de miles de personas están ahí.

Me fue imposible leer cada uno.

Algo dentro de mi no quería aceptar que todas esas personas desaparecieron porque no pudimos pelear lo suficiente. Ahora estas cantidades me llegan como un balde de agua fría.

Ojalá los pudiera traer a todos de vuelta. Daría lo que fuera. Intercambiaría mi felicidad por ver al mundo otra vez en paz.

Caminé entre los pasillos. Largos pasillos.

Era incontable la cantidad de nombres en cada muro.

Prefiero llamarles muros antes que lápidas. Así no siento que hablo de muertos.

Llegué hasta donde comienza la letra M.

Mi dedo pasó por encima de varios nombres, hasta que me detuve en mi apellido. El apellido de ella.

Wanda Maximoff.

Mi otra mitad.

Sin poder evitarlo las lágrimas comenzaron a caer al ver su nombre ahí.

Su recuerdo llena mi corazón de dolor y olvido todo lo fuerte que puedo ser.

¿Cómo dejé que esto le ocurriera a mi hermana?

Todo el tiempo intenté protegerla. Quise cuidarla. Nos mantuve a salvo. Y luego, simplemente se esfumó y no pude hacer nada.

Siento mi corazón golpear contra mi pecho cada que estoy frente a ese recuerdo, y desearía poder curarme a mí mismo. Dejar de sufrir.

Honestamente no puedo hacerlo. Ni la terapia, ni las palabras de aliento, ni reacomodar su departamento, o llenar su habitación. Nada puede ayudarme a dejar de sentir tanto dolor por ella.

Wanda. La pequeña Wanda que he amado toda mi vida. Mi hermana. Mi compañera.

Desde que somos pequeños, supe que debía estar a su lado sin importar que.

A final de cuentas, estuvimos 9 meses en el mismo vientre conviviendo, con sólo algunos milímetros de separación entre nosotros.

Nunca pensé que estaría sin ella.

He tenido pocos amigos, pero, eso nunca me molestó. Tenía a mi mejor amiga.

Ella lo era. Era mi único apoyo.

No sé si alguna vez se lo dije, pero, probablemente ella lo sabía.

Era lista. Además, leía mentes.

Me duele pensar como llegamos a eso.

Con coraje, y desamparo conseguimos cosas que tal vez no debimos. Nuestros poderes, nuestra reputación.

Veo hacia el pasado y no me reconozco. Sé que cambié, y sé que ella lo hizo. Aunque claro, ella siempre ha sido mejor que yo.

Sólo que nunca podría aceptarlo en voz alta.

Sé que Wanda está destinada a grandes cosas, y el día que pueda traerla de vuelta, será el día más feliz de mi vida.

Aún no pierdo esa esperanza.

Podré tener 60 años, y vivir con Mer en alguna cabaña cerca del mar, pero, nunca perderé la esperanza de tener a mi hermana de vuelta.

Lo único que necesito es abrazarla y decirle que la amo. Ojalá pudiera hacerlo.

Ahora mismo, estoy cayendo sobre mis rodillas. Mis lágrimas se confunden con la lluvia. Estoy cansado.

Conforme siento que mis mejillas se llenan de gotas saladas, alguna sensación de alivio viene a mi, y ciertamente es extraño.

Imagino su mano posarse sobre mi hombro. Eso era lo que me hacía llenarme del alivio que siento ahora.

Desearía que ella estuviera aquí, y me dijera que todo estará bien.