𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff

1.43 - Wishlist

FINAL DE LA PRIMERA PARTE

(Leer el primer comentario)

La nieve invadía el patio del complejo, y pequeños copos de nieve pasaban de vez en cuando por las grandes ventanas.

Después de una ducha con agua tibia que Mer y Pietro compartieron, ambos se vestían en la habitación de la castaña para salir.
Últimamente, ambos pasaban tanto tiempo en la habitación del otro, que sus cosas estaban repartidas en ambas habitaciones, lo cual facilitaba muchas cosas.

Mer no podía dejar de temblar de frío mientras se vestía, recibiendo una sonrisa divertida por parte de Pietro, quien se vistió en menos de un minuto, pero ella apenas terminaba de ponerse la ropa interior.

— Deja de reírte de mi — hizo un puchero, mientras tomaba su pantalón entre sus manos, lista para ponérselo

— No me rio de ti — negó suavemente, acercándose a ella — Es que te ves muy tierna

Lentamente, Pietro la envolvió entre sus brazos poco a poco, tocando su piel desnuda con sus frías manos, que hicieron que su piel se erizara aún más.

— ¿Ya te he dicho lo hermosa que eres? — cuestionó, muy cerca de su oído, haciendo que un escalofrío recorriera su cuerpo

— Múltiples veces — rio discretamente, haciendo que Pietro riera también

Tranquilamente, Pietro recorría la espalda de su novia con la punta de sus dedos, creando figuras circulares, esperando que de alguna forma, eso le quitara el frío.
La castaña recargaba su mentón en el hombro del ojiazul, mientras escondía sus brazos en las bolsas del suéter que éste vestía, aprovechando su calor para dejar de temblar.

— Disfruto mucho esto, pero, deja que me vista o voy a terminar congelada como el cap — murmuró, con pesadez

— Bien, bien — asintió, soltándola lentamente

Mer se colocó la ropa rápidamente, sintiendo la mirada expectante de Pietro, que aún le provocaba nervios, pero no tanto cómo antes.

— ¿Ahora sí puedo abrazarte? — cuestionó el velocista, extendiendo sus brazos hacia ella.

La castaña asintió, y posó sus manos en la nuca del ojiazul, con una sonrisa.

— Por fin es navidad — celebró el ojiazul, con una amplia sonrisa

— ¡Lo sé! ¿Qué loco, no? Sentí que el año se pasó muy rápido — soltó, divertida

— ¿Tú crees? Para mí fue muy lento, cómo siempre — rodó los ojos, como si se quejara

— ¿Por qué?

— Esto de la super velocidad me hace creer que todo va más lento — explicó, con pesadez — Por eso odio esperar, pero, he aprendido a hacerlo

— Sí, he notado que te has vuelto más paciente — asintió ella

— Sólo contigo, porque la verdad, los demás me estresan — arrugó la nariz divertido — Sobre todo cuando sé que puedo hacer las cosas más rápido que los demás, pero no me dejarían hacerlas y la verdad...

Unos golpes en la puerta, formando un divertido sonido los interrumpió, haciendo que Pietro rodara los ojos, mientras Mer se dirigía hasta ahí para abrir, dejando ver a Wanda del otro lado con una sonrisa

— ¿Listos? — cuestionó

Ambos asintieron, y salieron de ahí, siguiendo a la sokoviana.

Tan pronto como el tiempo se los permitió, estaban frente a la puerta del refugio, con una gran bolsa de regalos y un gran banquete para la noche de navidad. Este último era cortesía de los vengadores, quienes no sólo habían hecho ese acto para ese refugio, si no que, cómo era costumbre desde el 2011, enviaron cientos de banquetes al rededor del mundo para los menos afortunados en una noche tan especial como la navidad.