｡･:*:･☆ 𝒎𝒊𝒏𝒅𝒃𝒓𝒆𝒂𝒌𝒆𝒓 ||
❝━Sin ofender, Mer, pero antes eras muy amargada, y de pronto, cuando llegó Pietro, tu vida se llenó de colores.❞
˚ ༘✶ Pietro Maximoff x female OC ✶༘˚
𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰
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𝐝𝐢𝐯𝐢𝐝𝐢𝐝𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐞𝐦𝐨𝐬, 𝐧𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐩𝐚𝐫𝐚𝐦𝐨𝐬, 𝐧𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞𝐛𝐫𝐚𝐦𝐨𝐬
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Pietro golpeaba el saco de boxeo con fuerza, tratando de liberarse del estrés que corría por su cuerpo en esos momentos.
Estaba enojado desde que había descubierto que Stark le había ordenado a Visión que los mantuviera a él y a su hermana encerrados en el complejo, para que ninguno de los dos provocara algún tipo de disturbio allá afuera.
Anthony Stark nunca cambiaría, siempre pensando sólo en las apariencias y nunca pensando en los demás.
Estaba preocupado por Mer, y el hecho de no poder comunicarse con ella, comenzaba a estresarlo cada vez más.
Quería encontrarla y protegerla. No quería dejar que nada, absolutamente nada, le pasara. No otra vez, ya no más.
Quería tocar su rostro, curar sus heridas, darle un beso y decirle que todo estaría bien, pero, eso parecía casi imposible cuando cada puerta del complejo se encontraba cerrada.
Ya había intentado abrir cada una de ellas, y no había forma de salir.
Si Mer estuviera ahí, probablemente le hubiera dicho que se hiciera a un lado, y ella misma se hubiera encargado de desbloquear cada puerta con sus habilidades de hacker.
Debió aprender cuando Natasha se lo sugirió, y probablemente, ahora mismo ya estaría en un vuelo directo a Berlín.
Estaba muy metido en sus pensamientos, cuando de pronto, escuchó un estruendo proveniente de las afueras del complejo.
Por instinto, corrió hasta donde se encontraba Wanda, para revisar que todo estuviera bien. Que ella estuviera bien.
Puso sus manos alrededor del rostro de su hermana, y ella afirmó que todo estaba en orden, mientras escondía el susto que aquello le acababa de provocar.
Ambos observaron la explosión por la ventana, con total cuidado, y confiaban en que Visión se haría cargo de ella.
Parecía crecer poco a poco, algunos cuantos árboles comenzaban a incendiarse, y se volvió preocupante porque no tenían idea de qué lo pudo haber provocado.
De pronto, unos pasos detrás de ellos los alertaron, y por instinto, Wanda lanzó un cuchillo que yacía en la mesa, pero se detuvo cuando descubrió que era Clint quien se encontraba ahí.
Ah, él la había provocado.
— ¿Qué haces aquí? —cuestionó Pietro, cruzandose de brazos, mientras observaba a Clint localizar una flecha en los dos muros a su lado, como si prepara una trampa
