2.17 - Evadir y olvidar

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En la oficina del capitán Rogers, Steve terminó la molesta llamada con el hombre que había firmado el trato para mantener a Ally en el complejo, quien lo llamó apenas ubicaron el rastreador de la susodicha en un basurero, y obviamente, ella no estaba ahí.

Llevó su mirada hasta Mer, quien estaba cruzada de brazos frente a él, sentada en una silla, golpeando su pie contra el piso, llena de ansiedad.

Steve soltó un suspiro, y se levantó de su asiento.
De inmediato, Mer imitó su acción, observando al rubio caminar hasta ella.

— Ella sabía las consecuencias —habló la castaña, notando la seria expresión en el rostro de Steve, listo para hablar

— ¿Por qué la dejaste hacerlo?

— ¿¡Les dijiste que yo la dejé hacerlo!? — cuestionó, asustada

— No —respondió de inmediato, con una mueca— Quiero saber por qué la dejaste hacerlo

— No lo sé —se encogió de hombros, con un puchero— Tal vez no debí

Steve soltó un suspiro, y negó suavemente con la cabeza.

— ¿Ella estará bien? —cuestionó el rubio

— Eso espero —asintió

Mer podía notar la preocupación en Steve.

De alguna forma, el capitán necesitaba confiar en que al dejarla ir, Mer había tomado una buena decisión.

— Steve, tomaré la culpa si es necesario

— No, no. —negó con la cabeza— Dije que se fue mientras no estábamos. No vamos a decir que usó sus poderes, y tampoco diremos que manipuló las cámaras de seguridad, ¿de acuerdo?

— ¿De verdad harás esto? —frunció el ceño, más sorprendida que confundida

— Lo haré, Hawkins.

— ¿Te preocupa ella?

El capitán lo pensó un segundo y luego asintió.
— Tú y yo sabemos que ella no es culpable de todo lo que pasó a su alrededor los últimos años, y tú tampoco.

Mer soltó un suspiro, y asintió, aliviada de que Steve estaba de acuerdo con ella.

Una pequeña lágrima rebelde rodó por la mejilla de Mer al darse cuenta que el aprecio que el capitán le tenía, era tan grande como para llegar a mentir para protegerlas a ella y a su hermana.

Steve se acercó a ella, y con timidez, la envolvió en un abrazo, tratando de reconfortarla por todo lo ocurrido en la última hora.
El sentimiento de culpa los recorría a ambos, por no tener la suficiente autoridad para proteger a Ally.

Unos golpecitos en la puerta los hicieron separarse, y al notar que Pietro era el que los observaba, Mer se limpió las lágrimas rápidamente, con brusquedad.

— ¿Está todo bien? —cuestionó el ojiazul, cruzandose de brazos

Mer no respondió, sólo se limitó a asentir.

— ¿Segura? —frunció el ceño, y luego observó cuidadosamente al capitán, con una mirada de pocos amigos

Steve estaba a punto de decir algo, cuando su teléfono fijo volvió a sonar por quinta vez esa noche.

— Es Tony —señaló el capitán, divisando el número en el teléfono

— ¿Crees que se enteró? —cuestionó la castaña, asustada

— ¿Enterarse de qué? —inquirió el ojiazul, confundido

Mer esquivó la mirada confundida de su novio. No estaba segura de querer decirlo.
Cómo si no decirlo fuera a retrasar lo inevitable.

𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora