𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff

3.27 - Tú y yo

Era viernes, y Mer acababa de terminar su última clase del día. La nostalgia la envolvía mientras recogía sus cosas del salón. Sabía que, debido a su embarazo, pronto tendría que dejar de dar clases y asistir a misiones, algo que amaba profundamente.

Con un suspiro, decidió buscar a Natasha para hablar de sus sentimientos encontrados.

Natasha estaba en su oficina, revisando informes, cuando Mer llamó a la puerta.

— ¿Tienes un momento? —preguntó Mer, asomando la cabeza.

— Siempre, para ti —respondió Natasha, dejando a un lado los papeles y haciendo un gesto para que Mer se sentara—. ¿Qué pasa?

Mer se sentó, jugueteando con sus dedos antes de hablar.

— Me siento un poco nostálgica —admitió, con una pequeña mueca— Sé que debo cuidar de mi bebé, pero es difícil aceptar que no podré seguir dando clases y yendo a misiones.

Natasha la observó con comprensión, luego se inclinó hacia adelante.

— Entiendo cómo te sientes, Mer. Pero debes recordar que ahora tienes una responsabilidad mayor —habló con tranquilidad— No sólo estás protegiendo a tu bebé porque es lo que se debe hacer durante un embarazo, sino porque no eres como cualquier humano.

Mer la miró con un poco de confusión y ansiedad en sus ojos.

— ¿Qué quieres decir? —frunció el ceño

— Recuerda que tus genes mutaron, Mer. ¿Has pensado que este bebé también será como tú y como Pietro?

Mer asintió lentamente, la preocupación reflejada en sus ojos.

— Lo he pensado, pero no... No lo sé, no podía decirlo en voz alta— admitió, soltando una risita con decepción— Estoy nerviosa, Natasha. No sé si mi bebé nacerá siendo súper rápido como Pietro o leyendo mentes como yo. O si será normal.

La castaña soltó un suspiro, e hizo una pequeña mueca de tristeza.
De inmediato pensó en su horrible pasado. En HYDRA. En Ally.

Y no sólo ella había sufrido. Pensó en Pietro, en Wanda. En la caída de sokovia.

Sus infancias habían sido complicadas, tenía miedo de darle una infancia complicada a su bebé.

— Espero que lo sea, porque no quiero que sufra como nosotros lo hicimos. —murmuró con tristeza

Natasha le tomó las manos, dándole un apretón reconfortante.

— Entiendo tus miedos, pero tienes que confiar en que todo saldrá bien. —aseguró, con una sonrisa honesta— Sé cómo te sientes. Sé que antes la vida era complicada para cualquier persona con una célula diferente, pero ahora, tu bebé te tiene a ti, a su papá, y a todos nosotros. Si es un pequeño bebé mutante super poderoso, nosotros nos encargaremos de que sea el bebé mutante super poderoso más feliz y con la infancia más enriquecedora de todas.