2.24 - Afuera

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Steve Rogers había peleado contra cada persona dentro de la balsa, hasta que tuvo el camino libre para sacar a sus amigos de ahí.

No pudo evitar quebrarse cuando vio sus rostros, llenos de ojeras, golpes, cicatrices, sus cuerpos estaban más delgados, y sus voces sonaban cansadas.

Abrió cada celda, y se encargó de abrazar a cada uno cuando los sacó de ahí.

Mer se acercó a Wanda de inmediato, y afuera de su celda, ya podía usar sus poderes, así que creó un cuchillo en sus manos, y rompió la camisa de fuerza tan pronto como pudo.

La sokoviana se quebró en llanto, y abrazó a su amiga con fuerza. Ambas estaban tan contentas de verse otra vez.

Cuando Mer se separó de Wanda, dio la vuelta, y pudo observar a Steve dándole un fuerte abrazo a Pietro.

No pudo evitar sonreír, y sus ojos se aguaron cuando su mirada se cruzó con la de Pietro, por primera vez en tanto tiempo.

Su barba había crecido un poco, y enmarcaba su rostro de una forma más notoria que antes. Sus ojos se veían cansados, pero estaban llenos de alegría de ver a su novia por fin.

El ojiazul caminó hasta ella, y la envolvió entre sus brazos, con tanto cariño, y tanta ilusión.

Scott soltó ese ruido de ternura característico de él, cuando vio a la pareja besarse, por fin, después de tanto tiempo.

Pietro sonrió ante eso, pero no se detuvo.
Los labios de su novia lo cautivaban.
Había esperado tanto por eso y estaba agradecido con Steve por darle la oportunidad de salir de ahí.

Tomó el rostro de su novia entre sus manos, y limpió con su pulgar la pequeña lágrima que rodó por su mejilla.
Ella, al igual que todos, mostraba en su rastro los estragos de estar tantos días sin dormir.

El capitán sonrió ampliamente, y aunque no quería interrumpir, tuvo que hacerlo.

— Nuestro transporte está arriba —anunció el rubio, mientras sus compañeros caminaban detrás de él

Salieron de la balsa por una extraña compuerta que estaba doblada por la mitad, y se encontraron con una nave de estilo militar, encendida.

Steve les explicó que TʼChalla se la había prestado para ayudarlo a moverse por la Tierra sin ser detectado, como una forma de disculparse por golpearlos a todos brutalmente.

Cuando todos subieron, Steve puso el avión en modo automático, y les entregó ropa limpia a cada uno.

Les dio su espacio, mientras él ordenaba la mesa, para que todos pudieran comer acompañados.
Había pasado por un restaurante antes de ir ahí, porque sabía que sus amigos extrañarían otra comida que no fuera la de prisión.

Se sentaron a la mesa, para comer decentemente después de tanto tiempo.

Después de dos meses sin poderes, finalmente, Mer podía escuchar los pensamientos de los demás, y era la primera vez que se sentía feliz de escuchar mentes tan ruidosas.

— Chicos, siento tanto que tuvieran que pasar por esto —habló Steve, con serenidad, mientras los observaba comer con alegría

— Oye, no es tu culpa, cap —negó Scott de inmediato

— Sí lo es. Yo los puse en esta situación.

— Al menos dinos que valió la pena —pidió Clint

— Valió la pena —asintió el capitán, con una sonrisa— Bucky está a salvo, en Wakanda. Ahí lo ayudarán, intentarán sacarle todo lo que HYDRA puso dentro de su cabeza.

𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora