1.36 - Hechizo

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Después de un largo viaje en el jet privado de Stark, los vengadores finalmente llegaron a Nueva York.

El viaje hasta casa fue incómodo, después de que todos se dieron cuenta del pequeño asunto que separaba a Pietro de Mer, cosa que ninguno esperaba ver pronto.

Mer, sentada en un asiento, completamente sola, mientras intentaba dormir, pero despertaba cada dos minutos debido a las pesadillas.

Pietro, dormido con la cabeza recostada en las piernas de su hermana, quien acariciaba suavemente su cabello, tratando de tranquilizarlo después del terrible ataque de ansiedad que había tenido antes de salir de Washington.

Por supuesto, a Wanda le dolía ver a su hermano así, tan dolido por el descubrimiento que había hecho, con ayuda de las carpetas que Bradley Cox le había entregado esa mañana. Aunque, ella no creía que toda esa información fuera completamente verídica, prefería apoyar a Pietro antes que dejarlo pasar por eso solo.

Las cosas estaban tensas, sí, pero todos actuaban como si no murieran por saber que ocurría entre aquellos dos jóvenes que nunca habían estado tan separados desde que se conocieron.

Mer fue la última en bajar del avión, cargando su mochila en sus hombros, mientras entrecerraba sus ojos debido a la luz del sol.

Steve retrocedió algunos pasos, para esperar a la castaña, quien le regaló una sonrisa a medias y caminó a su lado hasta entrar al cuartel.

— ¿Todo está bien? — cuestionó el rubio, casi seguro de la respuesta que obtendría

Mer asintió, sin decir mucho.

— Oye, Hawkins, si necesitas algo...

— Lo sé, Steve, gracias — asintió, antes de que el capitán pudiera terminar

Apenas hubo oportunidad, Mer se dirigió a su cuarto, para tirarse a su cama, llena de cansancio, confusión y dolor.

Pietro no hablaba con ella y tenía miedo de que permaneciera así por mucho tiempo.

Por otro lado, Pietro arrastraba los pies para llegar hasta su habitación, luchando por recuperar los ánimos de siempre, pero las últimas noticias lo habían destruido.

Desempacó sus cosas con brusquedad, hasta conseguir las carpetas que yacían al fondo de su maleta.

Usando los trucos de investigación que Mer le había enseñado meses atrás, Pietro había contactado al desconocido ese día por la mañana, para cuestionarlo sobre los comentarios que había soltado la noche anterior, con algunos tragos encima.

El hombre no se disculpó, o desmintió de ninguna manera, e incluso se ofreció para explicarle a Pietro todo con detalles, quien se negó y prefirió quedarse con los documentos y leerlos él mismo en un ambiente menos ajetreado que la oficina del hombre, que sorprendentemente había aceptado atenderlo en domingo.

Cuando llegó al hotel, decidió leerlos, y no pudo soportar la decepción que estos le causaron.

Ahora estaba ahí, en su habitación, justo a un lado de la habitación de Mer, debatiéndose entre si debería ser el primero en hablar, o dejarla a ella hacerlo.

Tomó la fuerza que necesitaba y caminó sosteniendo con nerviosismo las carpetas color café que escribían Mindbreaker en la portada de cada una.

Dudoso, tocó a la puerta de Mer, que no tardó en abrirla, con una sonrisa a medias.

— Estaba a punto de irte a buscar — murmuró la castaña, tratando de ocultar el nerviosismo entre sus palabras

𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora