1.14 - Promesa

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Mer cerraba su mochila, preparándose para salir por la noche hasta Atlanta.

Le había contado de último minuto a los demás y habían reaccionado justo como lo esperaba.

Steve les había pedido una y otra vez que tuvieran cuidado, como si fueran unos niños indefensos que tenía que proteger.

Natasha se mostraba un poco ofendida por que Mer eligió ir con su nuevo amigo en lugar de ir con ella, quien había sido su amiga por más de media década.

Sam simplemente pidió un souvenir, dijo que tenía un colección con estatuillas y llaveros que sus amigos le traían de otras partes del mundo.

Pietro se había encargado de contarle a Wanda, quien extrañamente lucía más tranquila que los demás.

Luego estaba Maria, quien se había ofrecido a acompañarlos, pero recibió un rotundo no por parte de ambos.

A pesar de que las reacciones de los 5 parecían bastante diferentes, todos tenían un pensamiento en común: ninguno les creía por completo.

La excusa de "le estaba contando y se ofreció a acompañarme" sonaba bastante casual, pero algo no encajaba para ninguno.

Aunque sus dudas eran por diferentes razones, pues, Sam creía que Mer y Pietro tenían una relación en secreto y viajaban a Atlanta para tener un romántico momento a solas.

Por otro lado, Natasha no dejaba de regañarse a sí misma por desconfiar de alguien tan honesta como Mer.

Desde que los Maximoff habían aceptado la propuesta de los vengadores, ambos se habían acercado mucho a Mer, logrando el objetivo de formar una amistad, por eso las excusas no sonaban tan extrañas.

El auto que los llevaría se estacionó en la puerta principal, dejando ver al conductor de la base, listo para conducir hasta el aeropuerto.

— Aún no entiendo por qué no pediste el jet de Stark o algo así —dijo Steve, acomodando la mochila de Mer en la cajuela

— Desde que Jarvis es Visión, no confío en otro piloto —admitió la joven, haciendo reír suavemente a el capitán

Cerró la cajuela con cuidado y luego agradeció a Steve una vez más.

— Por favor, tengan mucho cuidado —repitió el hombre, tocando con suavidad el hombro de Pietro

— Por supuesto —afirmó el chico, con una pequeña sonrisa sincera

Rogers asintió y luego dirigió su vista a Mer.

— Sí, capitán —dijo en tono burlón, llevando su mano a su frente, como si hiciera un saludo militar

El capitán sólo la miró con diversión.

El chófer abrió la puerta para ambos, dejándolos entrar a la parte de atrás.

Mer bajó la ventana desde el botón y movió su mano en forma de ola para despedirse de Steve.

— ¡Hasta luego! —se despidió, con una amplia sonrisa

Steve sólo se quedó ahí, observando como el auto se perdía en la lejanía.

Las canciones sonaban en la radio, Mer tarareaba los ritmos y de vez en cuando entonaba las letras mientras Pietro la veía y le seguía el juego en momentos.

Llegaron al aeropuerto minutos después, sólo unos momentos antes de abordar, pues, los boletos eran preferenciales y no tenían equipaje para documentar o algo parecido. Sus dos mochilas eran sus únicas acompañantes.

— Gracias por elegir esta aerolínea, tengan buen viaje —saludó la amable señorita en la entrada, que procedió a cerrar la gran puerta del avión después de que ellos entraran.

𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora