2.26 - Peso

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"Iré a donde tú vayas"
Mer no había mentido, definitivamente seguía a su novio a dónde a él se le ocurriera. Ya habían estado escondiéndose en Canadá, Colombia, Brasil, y ahora, estaban desayunando en un establecimiento de comida corrida en México junto a Steve, Sam y Wanda.

Sorprendentemente, llevaban 2 semanas pasando desapercibidos, aún cuando sus caras estaban en televisión internacional.

Cuando Mer se burló de que una gorra y unos lentes no podían esconder a nadie, estaba muy equivocada.

Pietro se llevó el último bocado de quesadilla a la boca, y dirigió su mirada a la televisión frente a ellos, que pasaba las noticias en un idioma que él no entendía.

Soltó un jadeo de sorpresa cuando los rostros de dos de sus amigos aparecieron en la televisión, y no pudo evitar palmear el hombro de Mer, haciendo que esta dirigiera la mirada en esa dirección.

— ¿Puedes subir el volumen? —pidió la castaña, hablando con un mesero

Pietro esbozó una sonrisa.
Mer sabía cientos de lenguajes que él ni siquiera sabía que existían, y eso lo enamoraba aún más. La inteligencia de esa mujer, lo tenía babeando por ella.

El mesero subió el volumen, y finalmente pudieron escuchar la voz del hombre en las noticias.

— ¿Qué dice? —cuestionó Sam, frunciendo el ceño

— Clint y Scott finalmente consiguieron un trato —explicó la castaña, con una amplia sonrisa— Dos años en arresto domiciliario

— Eso es bueno —asintió Steve, dejando un poco la culpabilidad por primera vez en esas dos largas semanas

"El departamento de seguridad de los Estados Unidos, aún pide ayuda para localizar a James Buchannan Barnes, Steve Rogers, Natasha Romanoff, Mer y Allyson Hawkins, Pietro y Wanda Maximoff y el ex-militar Sam Wilson. Antes reconocidos como los vengadores, ahora son fugitivos que merecen pagar una condena por sus faltas a la moral."

Mer bufó ante aquello, y negó suavemente con la cabeza. Sabía que no necesitaba traducirlo para sus amigos, ellos sabían que los estaban buscando.

— ¿Ellos dijeron Allyson Hawkins? —cuestionó Wanda, frunciendo el ceño

— Ajá —asintió Mer, sin mucha importancia

—Supongo que aprovechan la difusión para incluirla en su búsqueda —sugirió Steve, cabizbajo

— Eso es injusto. Allyson no tiene nada que ver con lo que nosotros hicimos. —reclamó Pietro, decepcionado

Mer negó suavemente con la cabeza, y luego se encogió de hombros.
— La vida no es justa.

La castaña parecía muy tranquila con el tema de su hermana, pero, la realidad es que, ya se había resignado a sólo preocuparse de vez en cuando.

Terminaron su desayuno en paz, y luego de pagar y dejar propina sobre la mesa, los cinco salieron del lugar para dirigirse a la nave.

Mientras esperaban por el semáforo para cambiar de color, antes de que Mer diera un paso hacia adelante, alguien la jaló por el brazo, y la castaña, volteó asustada.

Se encontró con una joven, de entre 16 o 17 años, que llevaba un mechón de su cabello teñido de color rojo, y vestía una camiseta con el logo del capitán América.

La castaña estaba a punto de entrar en pánico, y avisarle a sus compañeros que habían sido descubiertos, pero se detuvo cuando la joven negó suavemente con la cabeza.

— No diré nada —murmuró ella, y Mer se vio obligada a escucharla— Quiero pedirles ayuda

La chica se veía preocupada, inocente y desesperada. Una expresión tan familiar.

𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora