2.35 - Problemas

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Loki Laufeyson estaba parado frente a ellos, con un traje elegante y una herida punzante muy cerca de sus costillas.

Estaba preguntando por Mindbreaker, con el rostro más sereno del mundo, mientras Pietro y Mer estaban inundados de emociones.

Era difícil para ellos comprender la situación. Un Dios asgardiano había caído frente a su puerta, y ni siquiera podían imaginar sus intenciones.

Los poderes de Mer no hacían efecto sobre Laufeyson, y no podía siquiera darse una idea de lo que pasaba por su cabeza en ese momento, así que, después de cruzar miradas con Pietro, finalmente se atrevió a preguntar.
— ¿Qué haces aquí?

El asgardiano rodó los ojos, irritado.
— ¿Aquí vive mindbreaker? ¿Sí o no?

El silencio inundó la habitación.

La respuesta dependía de las intenciones con las que preguntaba.

Mer se quedó en pausa por un segundo. Nadie le había llamado así en mucho tiempo, y ese apodo, era algo que apenas y comprendía.

La voz de Loki inundó la habitación de nuevo, pero esta vez, más exasperado.
—¡Contesten, midgardianos!

Mer pasó saliva con dificultad, y asintió.

Pietro mantenía un rostro confundido, y lentamente recordaba las noticias de la primer invasión extraterrestre en el planeta Tierra, causada por el hombre frente a ellos. El mismo hombre responsable de la obtención de sus poderes.
Confiar o no hacerlo era la cuestión.

Rachel se levantó de su asiento, y asustada, se escondió detrás de Pietro.
La pequeña estaba asustada y aún no comprendía qué ocurría.

El sokoviano se percató de aquello, y se dio la vuelta para agacharse a su altura.
— Rachel, tienes que ir a casa, ¿de acuerdo?

La pequeña asintió suavemente, con temor.

— Ve a casa y no salgas de ahí —ordenó Pietro

Loki se hizo a un lado, y le dio espacio a la niña para que saliera corriendo del departamento, con los nervios de punta.
Rachel claramente sabía que un Dios asgardiano estaba parado en la puerta de sus vecinos, pero no entendía el por qué.

Pietro se cruzó de brazos, y volvió a analizar al hombre frente a ellos.
— ¿Qué es lo que quieres?

— Primero, que me dejes pasar —señaló el pelinegro— Segundo, necesito hablar con mindbreaker, y tercero, necesito un vaso de agua. Caer desde el espacio hasta aquí me dejó sediento.

Sin muchas opciones, la pareja se hizo a un lado y dejaron pasar al hombre a su departamento.

Pietro echó un vistazo antes de cerrar la puerta para asegurarse de que ningún vecino -además de Rachel- los hubiera visto.

Cerró la puerta con candado, y observó los pasos de Loki con cuidado.
Mentiría si dijera que no estaba atemorizado por la presencia del Dios del engaño.

Mer le señaló el sillón, y el asgardiano se sentó sobre este, mientras llevaba su mano hasta la herida de donde derramaba sangre.

Mer adoptó la posición de Pietro, y se paró frente al pelinegro.
— Necesito que expliques lo que está pasando, Loki

Nunca había visto a Loki así de cerca, pero lo había visto de lejos, y eso bastaba para tenerle miedo, aunque ahora, tenía que disimularlo.

— Heimdall me envió aquí —explicó Loki, con una mueca— También envió al doctor Banner, pero, no sé a dónde. Yo tuve el privilegio de caer aquí y encontrarme con la preciosa midgardiana que debería salvarnos a todos de esto.

𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora