2.8 - Calavera

551 59 30
                                    

¹Hueco poplíteo: Es la zona opuesta a las rodillas, o los codos.
Usé esta palabra para no repetir la palabra rodillas en uno de los párrafos, y les dejo el significado aquí, para mejor la experiencia de su lectura.





Maria Hill consiguió tres entradas para el evento al que los mayores traficantes de armas asistirían ese día por la noche.

Los elegidos para entrar, eran Pietro, Mer y Sam, quienes se asegurarían de mantener un perfil bajo, y pasar desapercibidos hasta encontrar una pista que los llevara en dirección a Rumlow.

Una camioneta con el logo de una pizzeria, mantenía a los vengadores a unas cuadras del lugar, escuchando y vigilando el evento desde las afueras.

Sam y Pietro llevaban elegantes trajes, que iban acorde con el estilo del evento.
Ambos llevaban una pistola en su cintura, cubriendola con el saco, para que nadie pudiera verla.
En realidad, ellos sólo estaban ahí para mantener un ojo sobre la verdadera estrella del show: Mer.

La joven vestía un bonito y ajustado vestido negro, que resaltaba cada atractivo aspecto de su cuerpo. Su look se complementaba con una peluca rubia de cabello corto, y en su mano llevaba un falso anillo de bodas, dando el aspecto de que era la esposa de alguno de los hombres que se encontraban ahí.

Sólo así podrían dejar entrar a una mujer, no habría otra forma.

El guardia de seguridad le dio un vistazo a su falsa identificación, y la dejó entrar.

Pasó a un lado de Pietro, y este no pudo evitar mirarla, aún cuando habían acordado que no tendrían ningún tipo de interacción.

La ahora rubia, se dio una vuelta por el lugar, con una copa llena de algún tipo de alcohol caro en su mano.
Había pocas mujeres ahí, y todas estaban de la mano con un hombre, lo que la volvía sospechosa por estar ahí sola, pero, ella sabía disimular.

Sam entabló una conversación con un hombre que estaba ahí, y rápidamente comenzaron a hablar de los maravillosos y ostentosos carros que les pertenecían. Obviamente, la mitad de las cosas que el moreno decía eran puras mentiras, y los nombres de los autos eran dictados por Wanda desde el comunicador.

Pietro se acercó a la barra de bebidas, y después de pedir algo, desde su asiento echó un vistazo a cada rincón de la habitación.

Los rostros que Mer debería encontrar, aún no estaban ahí, pero sabía que pronto lo harían, y también sabía que sí seguía más tiempo dando vueltas por ahí, completamente sola, parecería que no estaba ahí para negociar.

Rompiendo cada regla antes planteada, se acercó a la barra, justo a un lado de Pietro.

— Quiero uno de esos, por favor — pidió la joven, señalando el trago en las manos del ojiazul

El bartender asintió, y pronto tenía la bebida lista frente a ella, entregándola con una sonrisa.

Pietro la observó de arriba abajo, y sonrió para sí mismo, listo para actuar como si no la conociera.

— ¿Encontraste algo? — cuestionó Mer, discretamente

— No, sólo cientos de hombres pretensiosos — soltó el ojiazul, encogiendose de hombros

Mer, ¿Qué hacen? — cuestionó Natasha, quien los escuchaba desde el comunicador

— Entablando una conversación con alguien, o van a pensar que soy un agente secreto del gobierno que viene a espiarlos — murmuró divertida, sin dejar de observar a Pietro, aunque aquellas palabras fueran dedicadas a la pelirroja

𝗺𝗶𝗻𝗱𝗯𝗿𝗲𝗮𝗸𝗲𝗿 ⸺ pietro maximoff Donde viven las historias. Descúbrelo ahora