Faltaban cinco minutos para las siete de la mañana, y el cerebro de Miranda apenas se estaba activando. Arrastraba los pies hasta la cocina, un buen café la ayudaría a despertarse y a sobrevivir hasta el desayuno con los Park, a las siete y treinta.
Pegó un brinco cuando escuchó unos golpes en la puerta. Nadie la visitaba salvo Ryonosuke, y él no se despertaba hasta las siete y quince.
-¿Young Soo?
No pudo evitar sentir el corazón en la garganta al verlo, ya que lo primero que pensó fue que le pasó algo malo a su niño.
-Buenos días, Miranda, espero no haberla despertado.
-Uhm, no, me estaba por alistar para ir a la casa principal a desayunar... ¿Pasó algo malo?
Se cubrió un poco más con la bata que la abrigaba para evitar la brisa de la mañana. Aunque Young Soo funcionaba como un muro entre esa brisa exterior y ella, su espalda y hombros eran tan amplios...
-No. Sólo quería que nos pusiéramos de acuerdo con los lugares que visitaremos hoy... ayer no pudimos hacerlo... este es el único momento que tengo libre, tengo que ir a mi oficina después del desayuno y no regresaré hasta el almuerzo.
-Pensé que no trabajaba los sábados.
Él sonrió con una timidez que le pareció inusual y a la vez adorable en alguien tan propio y dueño del mundo.
-Algunos sí, pero estaré libre después del almuerzo. ¿Tiene tiempo para discutir...?
-Oh, sí. Pase, estaba por hacerme un café... ¿Quiere un poco?
-Nunca rechazo un café.
Ahora sonrió con encanto, como un príncipe azul de todos los cuentos existentes.
Debería ser ilegal que alguien pudiera sonreír así, ya que tenía consecuencias en los corazones de las damiselas...
Miranda no era una de ellas, por supuesto. Podía construir un muro para ser inmune a esas sonrisas encantadoras.
-Es bueno que podamos discutir sobre el itinerario... creo anoté muchas actividades para un solo día.-comentó mientras esperaba que hirviera el agua en la pava eléctrica.
-Eso iba a decir... iba a sugerir reducirlo un poco.-añadió Young Soo, se sentó en una de las sillas de la pequeña mesa del comedor...que a su vez funcionaba como su mesa de estudio.
Miranda se dio cuenta tarde de eso y se apresuró a apartar los libros y apuntes para darle espacio.
-Sí, los otros lugares se pueden visitar otro día, hay tiempo para eso.
Sintió la mirada de Young Soo quemándole la espalda cuando regresó a la cocina para servir el café. Él la esperó en un tranquilo silencio, revisaba el papel donde ella había anotado todos los lugares que quería visitar con sus respectivos horarios.
-Creo que visitar el zoológico es lo más clásico... y a Ryo le encantan los animales.-reflexionó Young Soo después de repasar la lista.
-Sí, y podría consumir la mitad del día.
-Uhm. Hasta puso todos los horarios de las exhibiciones...
-Cuando hago una investigación, la hago bien.-no pudo evitar sonreír cuando dijo eso, y él le correspondió la sonrisa... lo que hizo que la borrara casi al instante-ejem, es mejor centrarnos en una sola actividad por hoy.
-Me parece bien... aquí leo que encontró un Neko café muy cerca, a Ryo le encantaría verlo.
-Sí... podemos verlo al pasar, estudié el menú y no tienen tantas opciones para él... de hecho hoy hacen un evento con puros postres de chocolate, y no puede comer eso.
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Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓN
RomanceEl futuro parecía brillar para Miranda Ocampo tras trasladarse a Seúl para estudiar el idioma coreano en una de las universidades más prestigiosas. Sin embargo, una tormentosa relación de una noche cambió sus planes para siempre. Al descubrir que es...