Miranda tuvo el suficiente aire en sus vías respiratorias para decir:
-Lo sé.
Young Soo frunció el ceño, bastante confuso.
-¿Lo sabes?
Sabía que no era la mejor respuesta para una confesión, pero ella sentía que estaba al borde de un abismo, la mínima brisa o movimiento la haría caer.
-Lo... lo dijiste cuando estabas dormido.
Él inspiró profundo, la conversación no estaba tomando el rumbo que había esperado.
-Bien... lo sabes, perfecto. ¿Eso es todo lo que dirás al respecto?
No quería que la viera temblar, se levantó para poner distancia entre ellos... y para eliminar la energía nerviosa caminando de un lado al otro.
-¿Qué quieres que diga? ¿Qué quieres de mí?
-Una respuesta más completa, un "lo sé" no es suficiente... ¿Puedes dejar de caminar?
-No. Tengo que terminar de preparme para ir a la clínica, y tú viniste a decirme esto... ¿Por qué ahora?
-Porque quiero creer que lo pasó entre nosotros anoche fue más que sexo.
Ella dejó de caminar, sus ojos marrones brillaban con emociones tormentosas.
-Es lo único que tuvimos hasta ahora, Young Soo. Sexo, mentiras y muchas peleas, ¿Te parece una buena perspectiva para una relación?
Young Soo se puso de pie, Miranda retrocedió por puro instinto: su altura... toda su presencia quitaba el aliento.
-No, las mentiras y las peleas definitivamente no son un buen inicio para ninguna relación, pero... ¿Es todo lo que tuvimos, leona? ¿Las veces que pudimos estar juntos sin peleas... solo siendo nosotros mismos, no significaron nada para ti?
-Todas esas veces es cuando estuvimos con Ryo, teníamos que fingir que nos llevabamos bien para no preocuparlo...
-Nunca fingí.
-¿Eh?
-Lo que escuchaste, quizás cuando nos llevábamos mal al inicio sí, no sabía que Ryo podía ser tan perceptivo y tuve que poner todo de mí para que no se diera cuenta de nada... pero a medida que pasaron los días y te conocía... no tuve que fingir nada. Pasar tiempo contigo y con el dragoncito era y es la mejor parte de mi día.-añadió con una expresión más dulce.
Una que no logró apaciguar las emociones tormentosas de Miranda, como no encontró las palabras para responder, él se adelantó:
-Entiendo si no es lo mismo para ti, la pregunta es... ¿Fingiste todo este tiempo, leona? ¿Incluso cuando Ryo no estaba con nosotros?
Ella volvió a caminar de un lado al otro, definitivamente no estaba actuando como una leona que confronta el problema, solo quería huir de la intensidad de su mirada.
-No. Cuando estábamos juntos sin Ryo... no fingí, nunca. Pero yo...
-¿Qué?-preguntó con suavidad.
-No sé cómo corresponder tus sentimientos, Young Soo.-admitió, mirándolo a los ojos con intensidad.-no sé qué contestar... mi cerebro simplemente no responde.
-Tienes que responder con el corazón en este caso. ¿Qué dice? ¿Qué sientes? Solo necesito una respuesta.
Los pies de Miranda por fin se quedaron en un mismo lugar, cruzó los brazos con la esperanza de calmar todo el temblor de su cuerpo.
-Me duele. Esa es la única respuesta. Me duele aquí.-puso una mano en su corazón y presionó, quizás él no podía ver el dolor, pero ella sí lo sentía-cuando dices lo que sientes... el dolor empeora, y el amor no tiene que sentirse así, no tiene que doler.
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Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓN
Roman d'amourEl futuro parecía brillar para Miranda Ocampo tras trasladarse a Seúl para estudiar el idioma coreano en una de las universidades más prestigiosas. Sin embargo, una tormentosa relación de una noche cambió sus planes para siempre. Al descubrir que es...