Capítulo 52

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Pocas veces Young Soo podía admitir en voz alta (o en sus pensamientos) que su madre tenía razón... pero esta era una de esas pocas veces; después de ducharse y afeitarse se acostó y no se despertó hasta después del mediodía, cuando la ama de llaves, la señora que lo vio crecer y era bastante maternal cuando se le daba la oportunidad de olvidar su papel dentro de la casa.

-¿Mi madre y Miranda no están?-consultó cuando bajó al comedor y no las vio por ningún lado.

-No, la señora Park llevó a Miranda para decidir la vajilla que utilizarán en la fiesta.

-¿Vajilla? ¿No tenemos una?

-Sí, señor, cinco, pero ella quiere una nueva.

-¿Puedo decir que eso no me sorprende?-comentó con una sonrisa divertida que ella correspondió.

-Sí, y ya sabe cómo es la señora, seguro irá a varias tiendas antes de decidirse.

Sintió lástima por Miranda... su querida leona... no podía ni imaginar lo que implicaba acompañar a su madre en una tarde compras.

Tener la casa para él solo le pareció algo novedoso, estaba tan acostumbrado a su rutina que no supo qué hacer el resto del día... salvo dormir una pequeña siesta y contestar correos atrasados. Su madre no podía prohibirle trabajar desde casa.

-Te ves mucho mejor que esta mañana, hijo.-comentó Won-hae cuando se conectó con él por video llamada en el celular.

-¿Me veía tan mal?-rebatió con una mueca, él mismo se vio en el espejo esa mañana, pero quería olvidar ese reflejo.

-¿Como para que tu madre me obligara a volver a la oficina después de cinco años?

Suspiró y se refregó la cara con las manos, sintiendo el peso de la culpa en los hombros.

-No es para tanto, hijo, es bueno volver a la oficina... y te merecías un descanso después de lo que pasaste en estos días.

-¿Hay novedades de los que están en el hospital?

-¿Después del último reporte de tu asistente hace cinco minutos? No. Todos siguen estables hasta el momento, es noble que te preocupes por ellos... pero no al punto de descuidar tu propia salud física y emocional.

-Me preocupo porque eran mi responsabilidad.

-Era la responsabilidad del supervisor.

-Pero yo contraté a ese supervisor.

Su padre suspiró del otro lado de la pantalla, percibió que quería transmitirle un poco de sosiego... era difícil luchar contra su terco sentido de responsabilidad.

-No quiero perder a más personas bajo mi cuidado, papá.-trató de explicar.

-Entiendo, hijo, pero que eso no justifica que te descuides a ti mismo. Las personas bajo tu cuidado te quieren ver bien.

Primero su madre y ahora su padre... no estaba acostumbrado a tantas muestras de cariño maternal o paternal.

-Te dejaré trabajar, gracias por contestar mi llamada.

-Llama a la hora que quieras, pero descansa, no quiero que tu madre me regañe cuando llegue a casa y compruebe que estás trabajando en tu oficina.

Soltó una risita y le prometió que su madre no descubriría que estaba en la oficina.

El que lo descubrió fue Ryo cuando volvió la escuela, Young Soo no fue consciente de la hora hasta que una pequeña fuerza huracanada irrumpió en su oficina mientras estaba organizando los papeles del escritorio.

Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora