Capítulo 83

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Ryo y Young Soo continuaron abrazados en la hamaca de madera, Miranda quería decirles que entraran a la casa porque ninguno estaba abrigado para el frío... pero se veían tan tiernos juntos que interrumpir el momento le parecía un sacrilegio, además, confiaba que Young Soo notaría eso y le diría al niño que entraran pronto. Ella se adelantó, pero decidió caminar por el porche hasta la parte delantera de la casa, le gustaba caminar por el lugar a esa hora, toda la zona boscosa era tan silenciosa... era como vivir en un mundo totalmente apartado del resto de la civilización. En un principio pensó que no se acostumbraría a vivir ahí... pero le gustaba la privacidad, y si quería conectar con otras personas que no fueran Ye-ri, Choi o Shin, solamente tenía que bajar por el sendero y estaba en el pueblo en diez minutos.

Vio a Shin caminando de regreso a la casa por ese mismo sendero, llevaba a Princess y a Mochi con sus debidas correas en cada mano, le costó mucho contener una risita, los gatos se veían demasiado adorables.

-¿Cómo estuvo la caminata?-preguntó con una sonrisa desde las escaleras, bajó el último escalón para estar a unos pasos.

Shin, con su casi metro noventa, ojos café recién molido y corte de cabello al estilo militar, la saludó con una educada inclinación de cabeza antes de decir:

-Se portaron bien, aunque Princess...

-¡Niaaw!-protestó ella, mirando a Mochi con odio felino.

-Hace eso de vez en cuando.

-Priiiincess.-dijo Miranda en tono de regaño, no resistió la tentanción de alzarla, soltó la correa y se la entregó a Shin con una sonrisa.-no seas tan gruñona con Mochi.

Ella emitió un gruñido que hizo vibrar todo su esponjoso cuerpo, Miranda bajó la vista hacia Mochi, quien soltó un maullido tristón y bajó las orejas.

-Me adelantaré con ella así no inicia una pelea.-le avisó a Shin, volvió a bajar la vista hacia Mochi, ahora la miraba con sus ojos bicolor brillando con anhelo de mimos-ay, eres demasiado lindo.-susurró-te daré mimos cuando ella no nos vea.

-¡Niaaw!

-Nada de protestas, señorita, tengo bastante amor para los dos, no tienes que ponerte celosa.

-Niaaaauuwww.

Shin contuvo una risita a duras penas mientras veía como Miranda se alejaba con la gata en brazos hasta la casa, decidió esperar hasta que ella ingresara antes de seguirla con Mochi.

-Vamos, baby Mochi, te daré un premio porque te portaste como todo un cabellero durante la caminata.

Mochi hizo un maullido afirmativo y avanzó, subió las escaleras que daban a la entrada de la casa hasta que le pareció escuchar la voz de su dueño del otro lado del porche, decidió seguir su voz.

-¿Vas con el pequeño señor?-cuestionó Shin, Mochi solo movió las orejas y lo miró como diciendo: ya déjame ir.-está bien, te llevaré el premio, ve con el pequeño señor.

Él se agachó para soltar la correa y Mochi no dudó en salir corriendo para doblar la esquina e ir directo a su dueño, estaba solo a unos metros de él cuando percibió una presencia no deseada...

Daiki estaba muy tranquilo al lado de la hamaca, presenció parte de la conversación que Miranda mantuvo con el niño hasta que salió corriendo y Young Soo lo siguió para consolarlo.

-Gsssss.

-¡Mochi!-Ryo saltó de la hamaca para ver al gato-¿Cuándo llegaste...?

-¡Miiaaaaauh!

-Otra vez no...

La persecución inició, Mochi pasó por el lado de Ryo a toda velocidad para seguir a Daiki, quien rodeó la casa corriendo, completó una primera vuelta, y para despistar al gato atravesó la pared. Las patitas de Mochi derraparon en esa esquina y trató de atravesar la pared...

Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora