Llega un momento en la vida de todo adulto donde debe asumir las consecuencias de palabras que soltó guiado más por la emoción que por la razón, para Miranda llegó ese momento y deseó mudarse a otro planeta esa semana por lo menos unas quinientas veces o quizás más, no quería considerarlo porque significaría que le estaba dando mucha importancia y tenía otras tareas en las que concentrarse.
-En qué estaba pensando... la República Argentina.-rezongó, sentada en la cama del anexo, observando el vacío porque era incapaz de hacer otra cosa... o, mejor dicho, lo hacía para evitar mirar el celular en la mesita de noche; tenía la aplicación de mensajes abierta y en ella se leía un mensaje de Young Soo con la dirección del lugar donde tendrían relaciones... Se agarró la cabeza y soltó un largo y agónico quejido. La semana pasó demasiado rápido entre las clases extras de coreano, inglés y japonés, sus deberes como madre y evitar interacciones de más de dos minutos con Young Soo cuando estaban en la casa principal. Lo hicieron bastante bien, no se juntaron a hacer ejercicio a horas inhóspitas y tampoco lo acompañó a la piscina con el niño, usando como excusa (verídica) que tenía las clases de consultas con sus alumnos, que eran varios, por suerte, y le dedicaba un tiempo considerable a cada uno porque conocía de primera mano el estrés por rendir un examen de idioma oficial y quería ayudarlos a superarlo.
Volviendo a Young Soo, aunque mantuvieron las interacciones al mínimo, aún así se descubrían viéndose en silencio, y rara vez volteaban la mirada, mantenían el contacto visual, desafiándose a voltear en cualquier momento... pero ninguno cedía.
Llegó un momento en que pensó que le quitaba cada capa de ropa con esos oscuros y pícaros ojos café, en ese momento por fin cedía al bochorno y huía de él... sin despertar las sospechas en Ryonosuke, por supuesto; esa también fue otra fuente de estrés en la semana, temía que el niño notara la tensión en ellos e hiciera preguntas incómodas... pero no descubrió nada, su vida no cambió en ningún sentido durante la semana... y no cambiaría después de ese viernes, pero Miranda sentía que su vida sí sufriría un cambio drástico... y no tenía permitido arrepentirse de dicho cambio porque ella misma lo buscó.
El celular en la mesita de noche vibró, miró el mensaje porque tenía que hacerlo... y era Young Soo otra vez, avisando que saldría del trabajo en media hora y que la vería en el lugar pactado a las once de la noche, Miranda vio la hora y no pudo evitar rezongar otra vez: ya pasaban de las diez y no estaba lista. Se obligó a levantar el trasero de la cama para buscar la ropa que usaría, no tendrían una cena en ningún lugar, así que un outfit elegante estaba descartado. ¿Qué outfit era ideal para una noche con un hombre que no debía desear ni en sueños pero que deseaba de todos modos al punto de acordar un encuentro sexual... enfásis en un solo encuentro?
-Basta, vos misma te lo buscate, bancantela.
Se puso lo primero que encontró: unos jeans azul oscuro, un poco gastado porque lo tenía desde la universidad y un buzo negro oversize.
Uh, sí, el atuendo ideal para seducir a un hombre que declaró sin tapujo que te desea y que por eso no se hizo de rogar para aceptar un único encuentro...
Suspiró, miró el techo (quizás por enésima vez en lo que va del día) y se vistió, ya no podía perder el tiempo sobrepensando cada paso... era momento de la acción, se fundiría el cerebro pensando en las consecuencias más tarde.
Su plan para salir de la casa consistía en hacerlo a escondidas, aunque no entendía por qué, era una mujer adulta y no le debía explicaciones a nadie... pero su lado paranoico era más fuerte, y no podía evitar pensar que cualquier miembro de la casa, sea empleado o no, descubriría que Young Soo y ella se reunirían a esa hora para hacer cosas pecaminosas...
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Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓN
RomanceEl futuro parecía brillar para Miranda Ocampo tras trasladarse a Seúl para estudiar el idioma coreano en una de las universidades más prestigiosas. Sin embargo, una tormentosa relación de una noche cambió sus planes para siempre. Al descubrir que es...