Capítulo 15

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-Tycho... Tycho... ¡Aquí está, lo encontré, mami, lo encontré!

-Muy bien, corazón.-lo felicitó Miranda con una sonrisa, y en japonés, si bien su coreano era más fluido y podía tener conversaciones completas, cuando estaban solos le permitía descansar su cerebro sobrecargado de información nueva hablando en japonés.

-Compruébalo, mami, ¿Es Tycho, verdad?

Miranda se levantó del cojín que había acomodado en el piso de la terraza, justo frente al telescopio que su hijo estaba usando en ese momento.

-A ver...-dijo mientras miraba por el lente.-si, corazón, es el cráter Tycho.

Tycho en teoría era el más fácil de distinguir, parecía el ojo de una tormenta, fue el primero que propuso para que Ryonosuke lo buscara con el telescopio.

-¿Cuál busco ahora? ¿Cuál busco?-preguntó dando saltitos de entusiasmo que hicieron reír a Miranda.

-Uhm...-murmuró, y se apartó del telescopio para ir por el libro de astronomía que estaba hojeando antes que la llamara.-tenemos a Platón... Copérnico...Kepler...

Ryonosuke leía los nombres con ella, y observaba el mapa de la luna con ojo crítico.

-Uhm, buscaré el Copérnico.

Miró el mapa, luego el telescopio, otra vez el mapa, luego el telescopio, inspiró profundo y se decidió para avanzar hasta el instrumento con paso militar.

Miranda apretó los labios para no soltar una risita e interrumpir la concentración de su hijo mientras ajustaba el lente y movía el telescopio, ella ajustó el trípode a su pequeña estatura para que no tuviera que ponerse de puntitas.

Alzó la mirada al cielo, y se tomó unos segundos para agradecer que la noche estuviera despejada para que el niño disfrutara de la vista.

-Copi, Copi, Copi, dón taaas... Copi Copi...-cantó, aunque más parecía que llamaba a un perro.

Ella ya no pudo contener una risita.

-Eh... ¡Eh! Lo encontré. ¡Es Copi!

-¿Quién es Copi?-preguntó Young Soo, en japonés.

Miranda se tensionó al instante, escuchar esa voz ronca que viajó con una de las últimas brisas del verano arruinó su tranquilidad... solo porque no estaba acostumbrada a sentir otra cosa cuando estaban en el mismo lugar.

-¡Tío Young Soo!

Él soltó una risita complacida y se acercó a ellos, Miranda no tenía ganas de mirarlo y continuó concentrada en el libro... pero cuando se colocó al lado de ella y aspiró un aroma fresco, que nada tenía que ver con el aroma de una noche de verano, tuvo que mirarlo y se encontró con ese par de ojos fríos y despiadados que tanto la atormentaban.

-Estoy buscando a Copi, o Copérnico, ya encontré a Tycho, pero me falta Platón y Kepler.

-Ah...-asintió Young Soo, fue claro que no entendió de qué hablaba el niño.

-Son los cráteres de la luna-se compadeció Miranda, sin saber por qué.

-¡Ah!-este sonó a un ah de: ahora entendí.

Ryonosuke lo invitó a ver por el lente del telescopio y de paso lo ayudaría a buscar a Copérnico, Miranda tuvo que mostrarle el mapa para que tuviera una referencia y ambos se turnaron para buscarlo.

Young Soo parecía mucho más relajado y compartía el entusiasmo del niño por buscar los cráteres, y que estuviera vestido con unos jeans desgastados y un suéter informal de color crema solo acentuaba ese aspecto de entre casa que nunca podía ver, llegó a pensar que él dormía con los trajes elegantes, pero en ese momento no tenía esa imagen de empresario... sino de un mortal, igual que ella.

Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora