Capítulo 77

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-¿Kang Bo Ra y Kim Ho Seok vinieron a visitarme?-cuestionó Miranda, si bien despertó para desayunar con Ryo, cuando se fue a la escuela decidió volver a la habitación a pasar el rato acurrucada en el sillón del rincón de juegos... básicamente porque no tenía ánimos para hacer algo más productivo.

-Sí, están en la entrada de la mansión, esperando su permiso para entrar.-le informó Choi con tranquilidad.

Dios, esto es tan de millonarios que quiero tirarme por la ventana.

-¿¡Esperando mi permiso!?

-Los señores Park no están, y como el portero no estaba seguro si los conoce... o si se siente bien para recibir visitas, lo más lógico es esperar su permiso...

Miranda se levantó al instante, olvidando que Princess estaba acurrucada en sus pies.

-¡Miaa!-protestó Princess.

-Lo siento, preciosa. Dile a portero que los conozco, pueden pasar.

No le dio tiempo a Choi para contestar porque se fue corriendo al vestidor, seguro para cambiar su pijama por algo más apto para recibir visitas. Choi se permitió una pequeña sonrisa, era bueno ver a su protegida con más energías, los días anteriores, cuando el pequeño señor no estaba presente, pasaba el tiempo en soledad, solo Princess tenía el privilegio de compartir ese tiempo con ella.

-¡Oh my God!-chilló Bo Ra en el umbral de la cabina, esperando a que esta lanzara el desinfectante-¿Qué es esto? ¿Solo debo esperar...? ¡Oooah!-chilló, esta vez porque el humo la golpeó en varios lugares al mismo tiempo-¿Qué pasa, qué es? ¡Onmaaa!

Miranda escuchó los chillidos mientras bajaba las escaleras, se apresuró para poder ver la cara de Bo Ra saliendo de la cabina, llegó con el tiempo justo, salió del humo con una expresión digna, y acomodándose su cabello castaño cobrizo como si nada hubiera pasado, hasta que llegó el turno de Ho Seok, quien avanzó pensando que no era para tanto... pero también pegó un saltito cuando el humo salió de improvisto. A Miranda le costó horrores no reírse, todavía creía que esta inversión de Young Soo era exagerada... pero provocaba reacciones muy graciosas de las personas que pasaban por ella.

-¡Miranda, darling!-Bo Ra cambió sus elegantes zapatos de tacón por unas pantuflas para andar en el interior de la casa-¡Por fin puedo venir a verte! ¿Te sientes mejor? ¿Cómo va el tratamiento?

Recibió el saludo efusivo de Bo Ra con una sonrisa, además de Yurika, era la que más le mandaba mensajes preguntándole cómo estaba... más o menos unas tres veces al día. Ho Seok la saludó con una sonrisa tímida que le causó mucha ternura, y solo pudo pensar en que Ryo se pondría feliz cuando le contara que por fin fue a verla.

No fue difícil actuar como anfitriona por primera vez, Mae-hwa estaba muy entusiasmada de que recibiera visitas y la ayudó con el protocolo de servirles un té y pasteles, los cuales Bo Ra devoró sin pensarlo.

Después de mucho tiempo, Miranda se permitió bromear y reír (aunque esto causó que se ahogara varias veces, provocando risas y miradas de preocupación por partes iguales) y olvidar que estaba encerrada en esa gran mansión hasta nuevo aviso. Las lecturas del polvo fino en el exterior no eran nada prometedoras esa semana, e incluso la semana que seguía... por no decir el resto del mes, o el resto del año. Ante ese triste panorama se prometió vivir un día a la vez... pero cada día veía más lejana la posibilidad de recuperar la libertad que tenía antes de enfermarse.

No se valora lo que se tiene hasta que lo pierde, reflexionaba cada vez que recordaba que antes podía salir sin preocuparse por la asfixia, y no supo valorar ni aprovechar cada vez que estuvo en el exterior con Ryo... ¿Cuántos eventos podía perderse si sus pulmones no se recuperaban del todo?

Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora