Capítulo 90

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Miranda dejó que Young Soo liberara toda la angustia que debió contener desde que recibió la noticia, terminó tan agotado que tuvo que ayudarlo a acostarse, y ella decidió acompañarlo recostándose a su lado para acariciar su cabello; quería brindarle todo el consuelo posible, tal como él lo hizo con ella en su momento.

-¿Vas a decirle a mis padres?-preguntó casi en voz baja, las caricias lo estaban ayudando a ceder al sueño, apenas podía mantener los ojos abiertos.

-No.-contestó ella con suavidad, deslizó las caricias a su mejilla-dije que no apoyo tu decisión de ocultar el tratamiento... pero la respeto, por ahora. No puedes fingir que estás bien todo el tiempo, es demasiado agotador, tienes que decir la verdad en algún momento.

-Y lo haré.-cerró los ojos y suspiró-solo... es difícil, después de la muerte de Dae-hyun les costó mucho recuperarse, y ahora esto...

Miranda se acercó para abrazarlo.

-Ssshh, tranquilo. Encontraremos el modo de decirles... y de decirle a Ryo.

Young Soo soltó un quejido, ella lo abrazó más.

-¿Lo ocultaste también por él, cierto?

-Sí... y por ti. No quería que pasaran por esto otra vez.

Se sintió conmovida, más de lo que quería admitir. No quería delatar la emoción en su voz, así que acomodó la mejilla en su pecho para escuchar el latido de su corazón.

-Descansa, Young Soo, solo puedo quedarme un rato más... pero veré el modo de volver para acompañarte.

Él se apartó para poder verla a los ojos.

-¿Acompañarme?

-Sí, lo dije hace rato ¿No? esta leona no permitirá que abandones la manada, y eso implica acompañarte en el tratamiento, o en este caso, en el supuesto viaje a China, supongo que lo extenderás mientras recibes el nuevo ciclo de quimio.

Young Soo empezó a negar con la cabeza, pero Miranda posó la mano en su mejilla y lo acarició para tranquilizarlo.

-Esta parte del tratamiento es la más difícil, no puedes enfrentarla solo.

-Pero... Ryo... ¿Qué le dirás a Ryo?

-Él sabe que vine a Seúl por unos días, cuando me vaya le diré que estoy en Ulsan mientras estoy aquí acompañándote... y cuando sea el fin de semana, volveré a la mansión para pasar tiempo con él.

-Eso parece muy complicado...

-Lo dice el hombre que ocultó el diagnóstico y los ciclos de quimio por semanas.-añadió, mirándolo con los ojos entrecerrados de manera acusadora.

Él suspiró, resignado.

-Touché.

Ella también suspiró, pero siguió acariciando su mejilla a modo de consuelo.

-Descansa por ahora, después veremos cómo nos organizarnos con el tratamiento.

No parecía muy convencido, no obstante las caricias estaban surtiendo efecto y poco a poco cedió al sueño como un dulce angelito.

Miranda no podía decir lo mismo, por supuesto, solo lo contempló dormir por media hora y lo despertó para decirle que tenía que volver a la mansión. Le dolió dejar a Young Soo solo, pero prometió regresar al día siguiente (no sin que él protestara como el hombre terco de siempre).

-No te conviene discutir conmigo, Park Young Soo, vendré mañana y supervisaré tus cuidados post quimio hasta la cirugía.-le dijo, parada frente a él con los brazos cruzados mientras seguía sentado en el borde de la cama, era bueno imponer un poco de presencia cuando siempre usó su altura como ventaja.

Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora