Capítulo 53

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Esto no puede estar pasando.

Pensó Young Soo, haciendo un esfuerzo sobrehumano para no gruñir como un perro rabioso cuando vio a Miranda con Ho Seok en unos taburetes en la recepción, este lugar funcionaba a la vez como área de descanso para los instructores y clientes que querían tomar algo antes o después del ejercicio.

-Oooh... hace mucho que no veo reír así a mi mami.

Eso era lo peor de todo... o quizás no tanto, ver reír a Miranda era un deleite en sí mismo... pero si esa risa la provocaba un hombre guapo, musculoso, y que parecía interesado en ella...

Bueno, Young Soo nunca se consideró un hombre posesivo, pero quería que Miranda se riera con él de esa manera y no pensar en las consecuencias.

-¿Y si invitamos a Ho Seok a cenar con nosotros?-preguntó Ryo, con ojitos tiernos e inocentes.

Young Soo trató de disimular que no sufrió una patada en la entrepierna por semejante propuesta.

-Eh... sí, supongo que podemos...

-¡Hooo Seeeooook!

Como estaban a unos diez metros de distancia, el niño no dudó en gritar y correr hasta donde ellos estaban, Ho Seok escuchó el grito y se bajó del taburete para agacharse a la altura del niño y darle un saludo de puño muy varonil...Y muy a su pesar, bastante enternecedor, las alarmas de que quizás Ho Seok actuaba tierno con el niño solo para conquistar a Miranda no se encendieron en ningún momento. Parecía un hombre bueno... y eso era lo que más lo sacaba de quicio.

No soy posesivo, maldita sea.

Se acercó a ellos, Ryo estaba invitando a Ho Seok a cenar al restaurante al que iban siempre después de la piscina, él no dudó, aceptó, pero dijo que tenía que ir al vestidor a bañarse y no quería retrasarlos:

-Puedo jugar en el parque mientras tanto, nos puedes encontrar ahí y pasamos directo al restaurante ¡Queda solo a una cuadra!

Este niño resuelve todo muy rápido, es demasiado eficiente.

Ho Seok soltó una risita, hasta Young Soo tuvo que admitir que lo hizo ver más guapo y encantador, despeinó el cabello del niño y se retiró, no sin antes despedirse de Miranda con una educada inclinación de cabeza, sin borrar esa sonrisa encantadora, no obstante, cuando intentó hacer lo mismo con Young Soo debió percibir que emanaba un aura asesina sumamente letal, porque la sonrisa se esfumó y su despedida fue más cautelosa.

-¿Interrumpí tu cita con Ho Seok, mami?-cuestionó Ryo mientras salían del gimnasio por el lado de la entrada principal con paso tranquilo.

No pudo descifrarlo porque ya se había puesto el barbijo, pero los ojos de Miranda brillaron y se achinaron como si sonriera.

-Solo estaba tomando un jugo con él, corazón, no era una cita.

-Parecía una cita ¿Estaban... como se dice... coqueteando, mami?

Miranda miró a Young Soo en busca de ayuda, aunque no entendió por qué buscaba apoyo en él cuando estaba esforzándose para no gruñir entre dientes.

-Ay, corazón... claro que no. -logró decir con una risa ahogada- No estaba coque...

-Si lo hiciste, no me molesta, me agrada Ho Seok y es muy grandote... quizás demasiado, si tengo un hermanito o hermanita espero que sean pequeñitos como tu o te dolerá cuando tengas que darlos a luz. A menos que los tengas por cesárea... definitivamente es una mejor opción, es mejor prevenir que lamentar un desgarro ahí abajo.

Tanto Miranda como Young Soo se quedaron quietos como estatuas, Ryo no prestó atención a sus reacciones y siguió caminando con saltitos alegres hasta el parque.

Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora