Young Soo no sabía si sentirse incómodo u honrado de presenciar la ceremonia del Osoji en la tumba de Daiki.
-Miau.
Miró a sus pies, Princess movía su larga y esponjosa cola blanca como un péndulo y sus ojos bicolor lo miraban con demasiada atención... ¿Percibía sus sentimientos encontrados por estar ahí mientras Ryo y Miranda limpiaban la tumba de Daiki?
-Ya podrás ir con tu pequeño amo, está un poco ocupado, como verás.-dijo, aunque no supo muy bien por qué, ya que no se consideraba una persona que hablara con gatos... pero tenía que llenar el silencio del algún modo.
La gata soltó una especie de murmullo afirmativo y observó la ceremonia en un silencio apacible, de hecho, todo el lugar estaba muy silencioso... pero no era algo inusual en un cementerio, aunque sí era inusual para él ver a su dragoncito tan callado y serio mientras arrancaba las pocas malas hierbas que sobresalían de los costados de la lápida, Miranda era la encargada de verter el agua sobre la piedra con la misma solemnidad.
¿Qué estaba haciendo ahí, por todos los cielos? Era obvio que era un evento demasiado familiar y privado para ellos... debió decir que iba a quedarse en la entrada del cementerio para darles más privacidad, pero ya era tarde para eso.
-Ven, Princess, te presentaré a mi papá Daiki.
Ryo se sacudió sus pequeñas manos y le brindó a Young Soo una breve pero enternecedora sonrisa de agradecimiento por cuidar a Princess. A pesar de la sonrisa, notó la tristeza en sus dulces ojos, y eso le destrozó el corazón; le entregó la correa como si no hubiera notado dicha tristeza y lo siguió para presentar sus respetos a los restos de Daiki, aunque primero tuvo que esperar a que Miranda terminara de acomodar las flores, el incienso y la comida a modo de ofrenda que compraron en un lugar cercano, cuando terminó se apartó con un breve suspiro, esbozó una pequeña sonrisa para Ryo e hizo contacto visual con Young Soo... y él no supo cómo logró contenerse para no abrazarla... pero no era el momento ni el lugar adecuado para eso, así que juntó las manos como ellos y rezó por el descanso de Daiki... aunque eso sonara bastante paradójico considerando que lo vio y habló con él el día anterior. Paradójico y surreal.
Después del rezo silencioso, Miranda le dijo a Ryo que se alejaría para que pudiera hablar con Daiki en privado, el niño asintió, agradecido, y los adultos se alejaron unos diez metros de la lápida para respetar su privacidad.
-Todavía no estoy segura si traerlo fue una buena idea...-murmuró ella, con la tristeza oscureciendo su ánimo-pero... insistió tanto...
Young Soo se acercó un poco, no al punto de rozar su hombro, pero sí lo suficiente para que ella sintiera que no estaba dispuesto a mantener la distancia y dejarla sola.
-Entiendo su preocupación, Miranda, admito que también me preocupó un poco pero... creo que estará bien, solo quiere sentir que está cerca de su papá Daiki.
Miranda cruzó los brazos al pecho y notó cómo se clavó las uñas, quizás un intento desesperado de contener las emociones que la abrumaban. Cedió al impulso de posar la mano en su hombro y darle un pequeño apretón a modo de consuelo mientras se inclinaba para susurrarle al oído:
-Todo está bien, Miranda, Ryo nos tiene a ambos, no está ni estará solo nunca.
Ella soltó un suspiro ahogado y lo miró con esos enormes ojos marrones abrumados por varias emociones. Si bien estaba sorprendido que ella no rechazara su contacto, lo sorprendió todavía más cuando ella posó la mano sobre la suya, y le dio un pequeño apretón con una suave sonrisa de agradecimiento.
-Gracias por estar aquí... y por sus palabras, Young Soo, me siento un poco menos abrumada... visitar cementerios no es mi actividad favorita, la verdad.-añadió con una sonrisa torcida para aliviar la tensión, pero Young Soo notó que era su última estrategia para no mostrarse tan vulnerable. Deseó decirle que con él sí podía bajar sus defensas... que no sería el fin del mundo si dejaba que la consolara.
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Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓN
RomantizmEl futuro parecía brillar para Miranda Ocampo tras trasladarse a Seúl para estudiar el idioma coreano en una de las universidades más prestigiosas. Sin embargo, una tormentosa relación de una noche cambió sus planes para siempre. Al descubrir que es...