Capítulo 34

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Ryonosuke se durmió en la mitad de camino cuando regresaron a la casa, Young Soo lo cargó hasta su habitación, Miranda realizó su ceremonia diaria de arroparlo y darle un beso de buenas noches.

Y como parte de su ceremonia diaria, se despidió de Young Soo con una educada inclinación de cabeza para ir al anexo a dormir con la esperanza que él olvidara lo que prometió cuando estaban en el gimnasio: que hablarían de su negación a entrar en la piscina. Pero esa esperanza fue inútil, porque él apareció minutos después en la puerta del anexo justo cuando se disponía a cambiarse por su ropa de cama.

-¿Tengo que acostumbrarme a estas charlas post-piscina?

Él le dedicó una media sonrisa y un encogimiento de hombros bastante adorable... aunque sus hombros anchos no deberían tener esa característica.

-Podemos decir que es una intervención en pos de su bienestar.

Miranda lo dejó pasar con un suspiro, y se arrastró hasta la cocina para ofrecerle algo para beber, tenía que actuar como buena anfitriona aunque técnicamente no era su casa.

-¿Y de qué se trata esta intervención, Young Soo?

-De que su período es sospechosamente largo y que quizás debería considerar una consulta... aunque en teoría no sé mucho sobre ese tema... por eso quiero sugerir que puede ir al hospital del otro día...

Ella inspiró profundo antes de entregarle una botella de jugo de manzana, él la recibió con una sonrisa agradecida.

-No es algo por lo que deba ir al hospital, se lo aseguro.

-Pero se está perdiendo de entrar a la piscina con nosotros y divertirse un rato.

-Me divierto mucho viéndolos, no veo porque tanto problema...

-Porque no es lo mismo verlo que estar ahí. Si no sabe nadar, Ryo y yo podemos enseñarle, hay muchos elementos: los flotis, el salvavidas... todo lo que necesite hasta que tenga la confianza suficiente...

-Yo sé nadar, Young Soo.-dijo, ya sintiéndose un poco acorralada por su amable insistencia.

-Perfecto, entonces ¿Cuándo piensa unirse a nosotros? Si no tiene traje de baño hay una tienda en el gimnasio, creo que se lo dije la primera vez...

-Sí, lo dijo, y también la vi. Tiene indumentaria bastante variada.

Young Soo se cruzó de brazos y alzó una ceja en actitud: percibo que está alzando los muros contra mí, y no me voy a ir a ningún lado hasta que admita la verdad.

-Si es tímida con respecto a mostrar su figura... puede estar segura que no le prestaré ni la más mínima atención...

Miranda lo miró con una mezcla de indignación y bochorno.

-¡Mi cuerpo no tiene nada que ver en todo esto...!

-¿Entonces por qué no quiere entrar a la piscina? Si no le gusta esa opción, en el gimnasio también hay otras actividades que puede hacer...

-¿Por qué está tan interesado en lo que hago o dejo de hacer?

-Porque a pesar que diga que se divierte viéndonos, me gustaría que usted también se dirvierta de verdad, si no le gusta natación puede hacer yoga... o spining, no sé, lo que sea...

-No es que no me guste la natación, tampoco que no sepa nadar, es solo que disfruto viéndolos jugar, no es necesario insistir en que me una a esa diversión...

-Veo necesario insistir porque sé que hay algo más que no está contándome, Miranda.

-Ya se lo dije todo, Young Soo-dijo apretando los dientes, si él seguía insistiendo corría el riesgo de explotar...

Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora