-¿Hola? ¿Ho-hola, Young Soo, me escuchas?
Young Soo cerró los ojos e inspiró profundo por tercera vez desde que inició la llamada, Do Jin parecía estar hablando desde un pozo con electricidad estática.
-Sí, te escucho, aunque por momentos no... ¿Dónde estás?
-La ru-e-dd-a de-eell...
-¿La qué?
-A-au-autt-to. Hizo bom-bom.
-¿Que hizo qué?-Young Soo estaba perdiendo la paciencia.
-¡Bom-bom! ¡Kaboom!
-¿¡Kaboom!? ¿¡Qué rayos es eso!?
Miranda justo bajó de las escaleras y vio a Young Soo gritarle a su celular.
-¿De qué me perdí?-cuestionó, Ye-ri estaba cerca y se acercó con cautela para decirle:
-Creo que Do Jin tuvo un problema con el auto.
-¿¡Qué!?-exclamó, pasando por alto la cautela.
Por suerte los gritos de Young Soo eran más fuertes.
-Entiendo, entiendo, la señal es horrible ¡Parece que me estás hablando desde una lata de atún! No... no, busca un lugar para descansar... o regresa a la ciudad y arreglas el auto por la mañana... sí, sí, estoy bien ¡Pero no pases la noche en la carretera, y no gastes la batería del celular! Llama al seguro, pueden ir a buscarte con otro auto... o llama a un taxi ¿Quieres te mande uno...? Ah, lo harás tú, bien, mándame un mensaje apenas estés de regreso a Seúl o encuentres un buen lugar donde pasar la noche. ¡No gastes más batería, finaliza la llamada...! Ya lo hiciste.
Do Jin estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no reírse, tenían que darle un Oscar por su actuación... pero se conformaba con saber que Young Soo por fin tendría tiempo para reconciliarse con Miranda.
-¡Cariño!-lo llamó su esposa desde el umbral de la puerta-¿Qué estabas haciendo?
-Una llamada de trabajo, cariño. ¿Falta mucho para la cena? ¿Necesitas ayuda?
Si Young Soo se enteraba que nunca subió al auto para ir a buscarlo, seguro lo despediría... o quizás no, todos tenían que seguir el plan que Ye-ri elaboró con tanto entusiasmo. Y si todo salía bien... podrían oír las campanas de boda muy pronto.
O quizás no.
-No puede irse así, presidente Park.-suplicó Ye-ri, mientras veía a Young Soo acomodar su maleta en la cama.
-Solo tengo que llamar a otro chófer, Do Jin es el chófer de confianza de la familia... pero no es el único bajo mi mando...
-Entiendo eso pero... eh... ya nos vamos a cenar con mi madre. ¿Va a dejar sola a la señora Miranda?
Él dejó de acomodar la ropa en su maleta y miró a Ye-ri.
-¿Sola?
-Sí, eh... contaba con que usted cenara con ella, creí que tendría tiempo para eso...
-Sí, cierto, la cena...
-Ella la está calentando en el horno, nosotros ya nos vamos, presidente Park.
-¿Y ella se quedará sola hasta que ustedes regresen?
-Técnicamente... sí. Después de la cena pasa directo a la habitación a dormir, ya que está agotada por el tratamiento... por eso no pedimos que nos acompañe... pero la casa tiene tanta seguridad como la Casa Azul, ella estará bien si nos vamos por unas horas...
Young Soo se pasó una mano por la cara, una señal de cansancio extremo, no se había dado el tiempo de pensar si Miranda se quedaría sola una vez que los empleados salieran de la casa, ahora le confirmaron que sí... no podía volver a Seúl. No hasta que ellos regresaran, si tenía que viajar en la madrugada... pues que así sea.
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Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓN
RomanceEl futuro parecía brillar para Miranda Ocampo tras trasladarse a Seúl para estudiar el idioma coreano en una de las universidades más prestigiosas. Sin embargo, una tormentosa relación de una noche cambió sus planes para siempre. Al descubrir que es...