Capítulo 68

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-Wuaaaaa, tengo tanta, pero TANTA suerte de tener a mi mejor amigo ayudándome a elegir un anillo de compromiso para mi futura esposa, la verdad, no sabría qué hacer sin ti, mejor amigo.

Young Soo estaba en su oficina con el celular en altavoz en el escritorio, de ahí salía la voz de Do Jin, amigo y chófer de la familia, a quien le dio la tarea de ir a la joyería más cercana para buscar un anillo.

En un primer momento le pareció una buena idea, debió suponer que Do Jin no perdería la oportunidad de sobreactuar solo para sacarlo de quicio.

-¿Puedes ser un poco más discreto, por favor?-suplicó Young Soo, cuestionándose si debía reír o llorar.

-¿Por qué?-cuestionó con un tono bien agudo, con el único propósito de molestarlo-es que en serio, eeeen serio estoy agradecido de que seas tan buen amigo. Ya sabes, soy muy malo eligiendo joyas, la última vez que intenté regalarle algo a mi futura esposa no solo no le gustó, me dio con un sartén en la cabeza.

Young Soo se tapó la cara con las manos, posó los codos en el escritorio, y le faltó poco para soltar una risa histérica... aunque la imagen de Do Jin siendo golpeado casi lo hizo reír con diversión genuina.

-Bueno, ya, ¿Estás en la zona de anillos sí o no?

-Estoy llegando, mejor amigo.

Do Jin debió alejar el celular, porque le llegó la voz amortiguada de la que debía ser la vendendora, quien le dijo que esperara un momento, iba a mostrarle la última colección de anillos de compromiso.

-Es una lástima que no estés aquí, mejor amigo, pero por lo menos me acompañas desde la distancia... ¿Quién te mandó a mudarte tan lejos de mí? ¿Sabes lo mucho que mi corazón sufre tu ausencia?

-¿Do Jin?

-¿Si?

-Voy a patearte en el trasero cuando regreses.

Su amigo soltó una risotada, y Young Soo otra vez se cuestionó si fue una buena idea pedirle semejante favor... pero estaba agradecido de contar con un amigo en ese momento.

-Oh, oh, aquí están. Señorita, disculpe, voy a tomar una foto de estos anillos, mi mejor amigo está del otro lado de la línea, y es muy bueno eligiendo joyas, el último regalo que le dí a mi prometida no le gustó mucho, así que confío en el criterio de mi mejor amigo...

Podía imaginar la cara de la empleada en ese momento, seguro esbozando una sonrisa forzada, preguntándose por qué le tocó un cliente tan loco a esa hora del día, pero tenía que cumplir con su trabajo y mantener la compostura.

El celular de Young Soo vibró, abrió la aplicación de mensajes y vio la foto que Do Jin acababa de sacar, se reclinó en su silla de ejecutivo y vio cada modelo con ojo crítico, tratando de obviar esos pensamientos intrusivos que decían que debía estar ahí, en persona, ¿Cómo podía empezar con buen pie un matrimonio con su leona si era incapaz de ir a buscar el anillo por sí mismo?

Pero había una buena razón para no estar ahí (no es que esto lo consolara): era una cara conocida, también era de público conocimiento que estaba buscando una esposa (bueno, su madre estaba buscándole una) y si iba a una joyería... aunque no fuera la más reconocida, los chismes se esparcirían con rapidez, y es lo que quería evitar a toda costa, no quería que Miranda fuera víctima de los medios, él mismo tenía que evitarlos cada cierto tiempo porque era un chaebol soltero de más de 30 años, un crimen en esa sociedad, así que el hecho de que fuera a buscar un anillo de compromiso era una noticia para explotar hasta el cansancio... no, definitivamente no quería que su leona pasara por eso.

-¿Y? ¿Qué opinas, mejor amigo? ¿Hay uno que creas que le pueda gustar a mi futura esposa?

Young Soo sacudió la cabeza para volver al presente, miró cada anillo de la foto haciendo zoom con los dedos... y no le gustó ninguno.

Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora