Young Soo estaba riéndose entre dientes como un maniático, notó que algunos empleados de la casa lo miraban con cierta curiosidad cuando llegó a la cocina, pero no le dio importancia, dichos empleados se quedarían con la duda y seguramente generarían hipótesis del por qué el jefe se estaba riendo como niño que acababa de cometer la travesura de su vida.
-¿Me llamaste, papá?-cuestionó, adoptando la imagen de hombre de negocios serio y responsable.
Won-hae estaba en el mismo lugar de la isla central de la cocina, con Min So en un apacible silencio, degustando los últimos mochis.
-Sí ¿Podemos ir a tu oficina?
Young Soo asintió como respuesta y ambos se encaminaron hasta su oficina en el primer piso.
-Quería hablar sobre lo que tu madre anunció hoy...-dijo Won-hae, dando un ligero suspiro cuando se sentó frente al escritorio de Young Soo.-ya sabes como es cuando organiza una fiesta... solo quiero confirmar el tema del presupuesto.
Young Soo alzó una ceja y le lanzó a su padre una mirada de extrañeza.
-El presupuesto nunca fue un problema... y mamá lo sabe muy bien. ¿Seguro que me llamaste para hablar de eso?
-No quería ser tan obvio-admitió Won-hae con otro suspiro.
-¿Mamá te envió para interrogarme?
-No lo diría de ese modo... más bien está preocupada por el último rechazo...
¿Preocupada o histérica?
Su padre pareció adivinar lo que estaba pensando y esbozó una sonrisa conocedora.
-Y yo también estoy un poco preocupado, no al mismo nivel que tu madre pero... lo cierto es que nunca me diste una razón para preocuparme por tus conquistas amorosas... siempre fuiste muy discreto, demasiado, diría yo. Pero ahora no estás siendo discreto, hijo.
Young Soo se tensó... y trató de no exteriorizarlo, esperaba que por fuera la fachada de hombre serio y responsable se mantuviera intacta.
-¿Qué quieres decir?
-¿Estás interesado en alguien? Más que interesado... ¿Te gusta alguien, hijo?
Lanzó una súplica mental para mantener la cara de póker por el resto de la conversación.
-No... no entiendo por qué dices eso.
Won-hae lo miró con ese brillo de sabiduría milenaria muy difícil de evadir, Young Soo trató de mantenerse impasible, como si no le afectara que su padre tratara de descubrir todos sus secretos.
-¿Esa persona es alguien que tu madre no aprobaría?-atacó una vez más con ese brillo sabio en la mirada.
Young Soo no contestó, básicamente porque no tenía una respuesta coherente.
-Hijo...-la sabiduría se convirtió en simpatía paternal-solo me queda advertirte que tu madre no se va a rendir con las candidatas, tienes el poder de aceptarlas o rechazarlas... y también tienes el poder para decidir qué hacer con la mujer que te gusta actualmente, no obstante... si es alguien que no recibirá la aprobación de tu madre... o incluso la mía de buenas a primeras... tienes que pensar si estás dispuesto a someterla a esa presión, también debes pensar si lo que sientes por ella es lo suficientemente fuerte y serio como para asumir ese riesgo y someterla a dicha presión.
Se levantó al mismo tiempo que su padre se puso de pie, quería acompañarlo hasta la salida, pero Won-hae le indicó con un gesto que no hacía falta.
-Sé que no me pediste un consejo al respecto... pero quería decírtelo de todos modos porque quiero que seas feliz, hijo. Sea con la mujer que tu madre eligió... o con la que tú eligas, lo importante es tu felicidad, la vida es demasiado impredecible como para conformarte con alguien solo porque es lo que quieren ti.
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Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓN
RomanceEl futuro parecía brillar para Miranda Ocampo tras trasladarse a Seúl para estudiar el idioma coreano en una de las universidades más prestigiosas. Sin embargo, una tormentosa relación de una noche cambió sus planes para siempre. Al descubrir que es...