Capítulo 30

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Las cosas para Young Soo no estaban bien, pasó mucho tiempo desde la última vez que sufrió un enojo semejante, parecía que nada podía mitigarlo...

Y que Daiki apareciera en la habitación justo cuando se acomodó para dormir no ayudó mucho a su mal humor.

-¿No dije que te esfumaras?

-Sí. Pero no baso mi existencia fantasmal en obedecerte.

-¿Cuál es la base de tu existencia fantasmal, entonces?-preguntó con una sonrisa irónica.

-Cuidar a mi esposa y a mi hijo.

Young Soo soltó una risita sin gracia y se pasó las manos por la cabeza, en señal de cansancio.

-¿Miranda está llorando ahora?

-No, se quedó dormida. Y no es como si pudiera preguntarle por qué discutieron esta vez, así que me queda preguntarte qué pasó.

-Tu esposa es una malagradecida, eso es lo que pasó. Desprecia cada intento que hago para ayudarla, ¿Siempre fue así de terca?

-Bueno...

-Es terca, testaruda, insufrible, irritante, aferrada a un sentido de independencia que no logro entender...

-¿Terca y testaruda no son sinónimos?

-¿¡Eso es importante!?

-No. Solo quería que dejaras de insultar a mi esposa.

-¡Yo no la estoy....!

Daiki cruzó los brazos y alzó una ceja, Young Soo se rindió con un suspiro.

-Tienes que admitir que es un poco... bastante terca.

-Sí, es lo que la hace más encantadora.

Young Soo apretó los labios para no contestar, también huyó de la mirada inquisitiva del esposo fantasma.

-Deberías reconsiderar tu definición de "encantadora".

-No puedo. Adoro a mi esposa, no puedo pensar en ella de otra manera. Eh, no hagas esa cara, Young Soo.

-No hice ninguna cara.

-La hiciste, como si te hubiera revuelto el estómago.

-¿Podemos volver al tema principal? ¿Donde decía que tu esposa es una malagradecida?

-Está bien... ¿Qué hizo mi Miranda para que digas eso?

-Tu Miran... -sacudió la cabeza y retomó-como sea. Su alergia empeoró el sábado, ella quería ir a un hospital público donde atienden a extranjeros sin seguro, y yo le conseguí un turno con uno de los mejores alergistas de la ciudad de un prestigioso hospital, ¿Y qué fue lo que me dijo? Otra vez tomó decisiones por mí, Young Soo –agudizó la voz, y en su opinión, llegó al tono de Miranda-¡Recibió el mejor tratamiento disponible y un diagnóstico certero en un solo día, y en vez de agradecerlo solo me reclama que no debí hacer eso, que debí darle la oportunidad de sustentarlo por sí misma!

Daiki tardó en contestar, permaneció quieto y pensativo, bastante pensativo, en opinión de Young Soo, y lo miraba de un modo como si tratara de indagar en las palabras no dichas.

-Mmm.

-¿¡Sólo eso puedes decir al respecto!?

-No puedo ser imparcial, Young Soo. Creo que puedo llegar a entender tu frustración un poco... pero solo un poco.

Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora