Capítulo 93

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Quien no podía decir que estaba tranquilo era Kim Do Jin, chófer de confianza y mejor amigo de Young Soo. Tenía la sospecha de que pasaba algo raro, pero no podía decir qué. Los días después de la partida de Young Soo a China transcurrieron sin problemas... salvo que las rutinas que ciertas personas mantenían de manera tan estricta, esos días cambiaron casi por completo: primero la señora Miranda, se iba por la tarde y volvía por la noche, todos creían que era para continuar el tratamiento en un hospital local... algo bastante creíble ¿Pero por qué Seo era el único que la acompañaba al hospital, cuando Choi era quien debía cuidarla? Hablando de esos dos, también actuaban muy raro, prácticamente huían de él cuando trataba de establecer una conversación con ellos, es verdad que tenían trabajos diferentes... pero todos trabajaban para la misma familia, compartir chismes era parte de la rutina... y fue cómplice de la "casi" reconciliación de Miranda y Young Soo, por todos los cielos ¿Por qué ahora huían de él como si fuera la peste?

No era un hombre que evitaba la confrontación, así que decidió pedir unas horas después del almuerzo para poder hablar con Seo, ya que Choi volvió a Ulsan esa mañana, no explicó por qué, solo se fue como todas las mañanas... y regresaba a la noche, para acompañar a Miranda en su regreso del hospital. Suponía que la tarea de traerla la cumpliría él, por eso pidió el horario del almuerzo para estar libre en caso de que ella lo solicitara...

Aunque ella también lo esquivaba de maneras épicas.

-¿Choi? ¿Qué haces aquí?

Fue al edificio de departamentos donde Seo vivía para poder hablar con él... o más bien acorralarlo, así que no esperaba ver a Choi. Tampoco esperaba verlo salir con ropa casual del departamento del jefe de los guardaespaldas.

-¡Do... Do Jin-hyung!-logró decir, y trató de disimular su nerviosismo pasando una mano por la cabeza como un gesto despreocupado.-¿Buscabas a alguien?

-A Seo, pero ya que estás aquí... puedo hablar con ambos.

-¿Por qué?-cuestionó, sinceramente sorprendido.

-Porque están actuando raro estos días.

-¿Raro? ¿Nosotros? Actuamos como siempre, Do Jin-hyung, no entiendo a qué te refieres...

-¿No se supone que volviste a Ulsan? Cuando entré a trabajar en la mañana, me dijeron que ya te habías ido, ¿Por qué estás en el departamento de Seo...?

De las emociones que pasaron por el semblante de Choi, el pánico fue la más fuerte, y de repente Do Jin cerró la boca, literal y metafóricamente por unos segundos, hasta asintió y soltó un sonido afirmativo.

-Ah. Ya veo.

-¿Qué ves?-la sonrisa que esbozó Do Jin le causó escalofríos.

-Lamento interrumpir, haz de cuenta que nunca estuve aquí. Bye, bye.

-¿Interrumpir? ¿De qué estás...? ¡Yia!-chilló, y no tuvo alternativa que seguirlo, ya que Do Jin dio media vuelta para irse... soltando risitas tontas.

-Está bien, amor es amor, no voy a decir nada hasta que estén listos.

Do Jin se sonrojó hasta las orejas y le faltó poco para saltar sobre Do Jin.

-¡No sé lo que estás pensando, pero no es así!

-Ya, ya, tranquilo, tampoco fuiste muy discreto, eres peor que Young Soo, no puedes disimular cuando te gusta alguien...

-¿Gustar? ¿Quién le gusta a quién?

Choi deseó saltar del edificio, Seo no podía llegar en peor momento...

Destinos enlazados ┃Latinas en Asia┃EN EMISIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora