El Nuevo Emisario

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Depronto morí... o eso dicen, todo lo que recuerdo es tratar de relajarme con alguna caricatura y de pronto, un dolor horrible asaltando mi brazo.

Supongo que a más de uno le caerá bien la noticia; sin embargo, no es como que estuviera decepcionado del resultado, al fin y al cabo, ¿alguien me extrañará?

No lo creo, en la empresa me conocían como un tirano.

Malditos inútiles que necesitan que alguien los organicen...

Tal vez si supieran hacer su trabajo, su jefe los trataría bien.

En fin, ahora solo puedo esperar que todo se descomponga, entre tanto, ¿qué será de mí?

De pronto luzco más joven, más fuerte y más atlético. Nunca me vi así, si tuviera un espejo, ¿el rostro sí sería el mío?

—¿Entonces? ¿te parece un buen trato? —frente a mí, una hermosa mujer semidesnuda de cabellos morados, sentada en un elegante trono con las piernas colgando cruzadas.

Esos hermosos pies me dicen que no suele caminar mucho.

—¿Eres el diablo? —pregunto temeroso por la respuesta.

—¿Te parece que me han puesto cuernos? —levanta la ceja, ¿se burla de mí?—. Aunque las colas... las colas sí me gustan.

—¿De qué se trata esto?

—Te lo dije, Barry, un trato, me ayudas a aumentar mi influencia en un mundo de interés y vives una nueva vida.

—Me parece demasiado conveniente para ti, ¿qué clase de dios necesita ayuda?

Ella ríe y nueve la cabeza, a mi alrededor varias ventanas se abren, son... recuerdos de mi vida.

—No sólo ganó yo, tú tienes la oportunidad de usar tu poder para disfrutar de tu nueva vida, evitar todo ese odio de las personas hacia ti, hacer las cosas bien ahora —las pantallas se centran en mostrar las acciones, los recuerdos que llevaron mi vida hacia donde terminó, es doloroso verlas desde fuera y de algún modo, parece como uno de esos juegos de elección de vida—. Puedes disfrutar de placeres más grandes que llegar a tu casa cansado cada noche y quedarte dormido viendo caricaturas de los noventas.

¿No te parece triste?

¿Caricaturas? ¿eso podría sustituir el cálido abrazo de una mujer?

—¿Cómo sé que dices la verdad?

Chasquea los dedos nuevamente, parece más un gesto que hace por gusto que por necesidad, este lugar se controla por sus pensamientos, o al menos eso es lo que pienso.

Con el sonido, las pantallas cambian, una hermosa mujer rubia aparece en ellas riendo, a veces rodeada de mujeres que la acarician, dormida calentando su cuerpo con las piernas de chicas de apariencia satisfechas, comiendo manjares, viajando, disfrutando de la vida.

—Esos son solo algunos de los placeres de la última persona que aceptó. Una Diosa no miente, si yo te ofrezco una vida interesante o divertida, la vas a tener.

Ahora te estoy ofreciendo una nueva existencia repleta de placeres si haces bien tu trabajo.

—¿Y me darás alguna herramienta? ¿iniciaré en un templo? ¿cómo es mi equipo?

Ella nuevamente ríe.

—Ay, eres tan gracioso, te daré una herramienta por supuesto, la mejor para el trabajo, ¿pero un equipo?
¿un templo? todo eso tienes que conseguirlo tú.

—¿Cómo se supone que lo haga? ¿ni siquiera hay acólitos a donde me vas a mandar?

—No, no, no, el equipo de trabajo tienes que formarlo tú.

Emisaria De La Diosa Del Mal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora