Emisaria De La Diosa Del Mal 2

Rika Revolucionaria

Tenía razón.

Tal como pensé, la gente de aquí conformaba solo uno de tantos grupos rezagados que se negaron a someterse ante el dominio de Nintend@ y de vez en cuando buscaban la forma de colarse a la ciudad o sus proximidades para robar tecnología.

Hace poco incluso lograron infiltrar a alguien entre el cuerpo de mercenarios para conseguir información, créditos y sobre todo, sacar tecnología libremente de la ciudad.

Esa persona era Annie, la chica con prótesis de gato que tomó la prueba junto conmigo.

La mujer era muy parlanchina y reveló todo tipo de información mientras me comía mi hamburguesa y la de Jazmín, ya que ella no quiso la suya.

Mientras tanto, también estaba revisando algunas recompensas en mis archivos.

"Así que mil créditos por superviviente", pensé con malicia.

Un buen plan ya se formaba en mi pensamiento y estas personas me ayudarían.

Tras acabar mi comida, seguí recorriendo el pueblo en busca de más ventajas.

Pronto, encontré todo lo necesario y tras regresar por donde vine, realicé una llamada.

Volví a modificar mi apariencia para no verme como la Rika perseguida en la ciudad, si no como la Rika mercenaria en la que no se fijan los robots y esperé a la entrada del túnel.

Unos veinte minutos después, llegó una tropa de naves de transporte y soldados de la ciudad.

-¿Es aquí? -uno de ellos, con una armadura anti disturbios roja de cuerpo completo, se acercó a mí confirmando la información.

-Así es -respondí tranquilamente-. ¿Mil créditos por persona?

-Sólo si las capturamos -respondió irritado por mi codicia.

-¿Qué esperan entonces? -me hice a un lado con elegancia para que bajaran al túnel y siguieran su camino.

El sujeto sólo me miró con recelo, o eso supuse ya que tenía el casco puesto y ordenó a sus hombres y pequeños robots de transporte que avanzaran.

Por supuesto, yo me quedé siendo acompañada de algunos otros, pero Jazz...

[Rosa Vampirica]

Los pocos humanos que quedaban conmigo, sucumbieron ante el hechizo debido a su cercanía entre ellos.

Las rosas explotaban al llenarse de sangre y llegaban hacia los demás.

En cuanto a los robots, Jazmín no era muy buena disparando con mi nueva arma, así que, a regañadientes, la obligué a aprender otro hechizo de ataque.

Rayos de energía mágica comenzaron a volar en pedazos naves y vehículos hasta que no quedó nada mientras yo fingía huir al túnel.

Poco después, una Jazmín con su mana agotado me alcanzó.

-¿Cómo lo hice? Rika.

-Perfectamente -besé su mejilla y la insté a ocultarse en una de las tantas bifurcaciones del alcantarillado.

Procedí a observar mi obra y cuando llegué al final del túnel, pude ver a varios de los oficiales y autómatas sometiendo a las personas en el pueblo; niños y adultos eran apresados y esposados mientras pocos de ellos trataban de huir hacia los túneles de alrededor.

-¡No! ¡Alto! -gritos familiares llamaron mi atención.

Annie había llegado por otra entrada y trataba desesperadamente de salvar a las personas, pero un disparo de un extraño cañón causó que sus brazos y piernas dejaran de funcionar. La arrojaron cual tronquito hacia uno de los pequeños robots de transporte que formó una cúpula a su alrededor.