Tras pedir algo para llevar, salimos de la pastelería y ni siquiera pude disfrutar mi postre; no me supo bien... En sentido figurado porque en realidad estaba delicioso, pero no pude encontrarle el gusto.
Pensé demasiado; llegué a decir que no me gustaba en lo que me estaba convirtiendo, pero eso significa no amarme a mí misma ¿cierto?
Sólo trataba de mejorar... Creo.
... Tan difícil.
Regresamos finalmente a la torre, dónde Shira esperaba en el vestíbulo con kilómetros y kilómetros de cable y montañas de piezas pequeñas.
—Trabajan rápido —mencioné.
—Empezamos ayer, pero más de cuarenta herreros y artesanos son suficientes incluso para un trabajo como este —respondió orgullosa—. ¿Enserio necesitas más? Son suficientes cables y piezas para darle la vuelta a la torre de arriba a abajo.
Revisé mis estadísticas.
[Gestión de territorio. Realizar conteo de materiales]
Era muy práctico.
—Al menos diez veces más —indiqué finalmente.
—¿Y dónde rayos vas a ponerlo?
—En las paredes, techos, etc.
—¿Cómo...? ¿Estás bien? —finalmente pareció notar mi decaído estado de ánimo, pues mis respuestas eran cortas y no daba mis monólogos de siempre.
¿Por qué todos los villanos monologan?
—Está pensando en las tonterías que le dijo una fea mujer —Jazmín respondió por mí.
—¿De qué se trata?
—Tú... ¿Crees que me amo a mí misma? —pregunté a Shira; ella era una de las personas más maduras en mi círculo, de modo que podría responder algo coherente.
—Obviamente no —pero su respuesta no me agradó.
—¿A qué te refieres?
Ella parecía dudosa sobre responder.
—Si debes preguntar, conoces la respuesta —enfatizó con sus manos antes de buscar otra perspectiva—. Mira, cuando te conocí, dabas la impresión de adorarte; incluso ahora tu ego es demasiado alto. No digo que no tengas razones; es decir, eres muy inteligente y extremadamente hermosa...
—Obviamente lo soy, continúa.
—Muy bien, señorita humildad —desvió la vista hacia una esquina, tal vez pensando en como decir las cosas—. Hacías lo que querías cuando querías y yo decía "Wow, que egocéntrica es esta muchacha; quisiera tener su amor propio", pero conociéndote un poco más, llegué a darme cuenta de que ese autoestima tan grande que muestras, es para no herir tu propio ego.
—¿Qué? Yo hablaba de algo actual.
—Y yo hablo de ti en general —suspiró—. No pareces dejar que nadie te quiera realmente, y podrás decir lo que quieras de esa chica en el mundo tecnológico de donde trajiste mi hermoso brazo, pero sinceramente ¿llegaste a abrirte con ella?
Parte de querernos a nosotros mismos es dejar que otros también lo hagan; compartirnos con ellos, pero tú sólo dejas que tu mascota lo haga por ti —señaló a Jazmín—. Parece ser tu único apoyo emocional y quizás últimamente te esfuerzas tanto en ser malvada porque no crees poder causarle a alguien algo peor que la confusión en la que te encuentras.
Crees que la amabilidad te hace débil, te muestras al mundo como la crueldad andando para que no vean tus debilidades y te odias a ti misma por ser amable, pero ¿Qué tiene de raro ser amable con aquellos que te tratan bien? —ella presionó sus labios, como pensando en si debía continuar o no, pero siendo alguien que detesta dejar las cosas a medias, ahora que había empezado, iba a terminarlo—. No sé que ocurrió en tu pasado o como fue, sólo especulaciones, pero sinceramente, aunque aprendiste a ser dura, fuerte y una total hija de perra, parece que nadie te enseñó a amarte o a ser amada.
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Emisaria De La Diosa Del Mal 2
FantasiaContinuación desde el episodio 74 de la historia original.