Un mes pasó en un abrir y cerrar de ojos, pero no por eso estuve sin hacer nada; se trató de un mes muy ocupado.
Estuve ayudando a Zoe y a Manía a subir niveles en la mazmorra; lo curioso de eso fue que los zorritos de la zorra, tenían una característica especial que sólo podían usar cuando su dueña formaba party conmigo.
Al llegar al nivel diez, cada zorrito podía seguir nivelando como una criatura no elemental o reiniciar sus niveles y evolucionar de acuerdo a los elementos que yo misma manejaba.
De este modo, un zorro normal podía volverse un zorro de chispa y al llegar a nivel veinte, volver a restablecer sus niveles y convertirse en un zorro de fuego, quien a su vez, al nivel cuarenta, podría ser convertido en zorro llameante de nuevo en nivel cero.
Si alguien me preguntara por la diferencia, sería que la mordida del primero producía quemaduras; el segundo podía usar ataques de fuego y el tercero actuaba como un elemental con su cuerpo prácticamente formado de llamas.
Lo mismo era con los zorros de agua, tierra y viento; en cuanto a la magia espacial, esa tenía más requisitos tan ridículos que no nos molestamos en seguir la evolución luego de la primera.
Los elementales estaban bien. No había recursos suficientes para levear a un zorro doscientos niveles.
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Imagen de los zorros según su elemento :3 Dibujo por la zorr... Por Zoe0498
Lo único malo era que cuando los zorros mataban, la propia Zoe no podía subir de nivel.
En cuanto a Manía, sus poderes no necesitaban levearse mucho; en realidad, su único poder era desestabilizar las cosas.
Tocara ya sea una estatua, una pared, o una persona; su magia buscaría los errores de diseño y los maximizaría, derribandolos el 90% de las veces; ni siquiera la magia se salvaba, pero para eso, tenía que poder tocar las cosas, de modo que nos concentramos en fortalecer su agilidad para tener más opciones de movimiento.
Los poderes de ambas, al combinarse con mi "Mundo de videojuego", se volvieron perfectos.
Incluso yo estaba celosa, aunque claro, mis dos bendiciones me proveían muchas opciones, por lo que aún peleando contra ellas en el mismo nivel, podría derrotarlas... Pero por supuesto que no estaban en el mismo nivel; de nuevo, las mazmorras no tenían suficientes recursos para levear doscientos niveles.
Tenía que cultivarlas y dejar crecer a las criaturas.
Otro gran cambio fueron los planos que tomé del mundo tecnológico y encargué a Shira supervisar su desarrollo, pues podría no entender mucho de tecnología, pero era una excelente artesana. De este modo, logramos seguir con la construcción de androides, aunque la producción se redujo a uno al día, al menos por ahora.
