Aliados

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Hola hola, aquí el nuevo capitulo, pero antes ¿Qué se sintió saber que el periodo de Rika fue parte del plan de Rose para manipularla?

Déjen su opinión en los comentarios antes de seguir n.n

Comenzamos.

—¡Salud por la libertad!

—¡Salud!

—¡Salud por la Diosa Rose!

—¡Salud!

Nos encontrábamos festejando en un restaurante de comida asiática; habíamos pedido un cubículo cerrado apartado de la gente y ordenamos que la bebida siguiera viniendo.

—Enserió fue increíble que consiguiéramos este lugar sin reservación.

—Dos de los meseros son seguidores —explicó Dani con animosidad mientras sus mejillas se ponían rojas por el vino.

—Increíble.

—Bueno, ya habemos casi mil seguidores en la ciudad, más los probables devotos que te han visto en televisión; es normal empezar a encontrarlos en todos lados.

—Aunque no todos son tan fieles —se quejó la abogada de nombre Lorena mientras aflojaba su corbata.

—No, pero creen en la causa y eso es un avance —expresé con tranquilidad mientras daba de comer en la boca a Jazmín.

Fue una petición extraña, pero ya que no perdía nada, decidí llevar el alimento directo a sus labios con los palillos.

—¿Cuál es el siguiente plan?

—Unión, por supuesto.

Las chicas estaban por preguntar, pero la puerta fue abierta y dos meseros en ropas ligeras que dejaban ver sus grandes músculos, entraron empujando un carrito con una gran charola, la cual pusieron con mucho cuidado sobre nuestra mesa.

Al descubrir el platillo, nos fue mostrada una mujer desnuda cuidadosamente cubierta con comida.

—Von apetite —dije a todos mientras levantaba los palillos complacida.

Dejamos los planes para después de la comida. Podría haber festejado también con algo de sexo, pero los leves dolores que muy de vez en cuando seguían atacando mi vientre, no me hacían sentir segura, de modo que sólo dormí abrazada de Jazmín, quien estaba encantada de que le dijera que sí luego de pedírmelo.

¿Qué le ocurría?

Actuaba muy rara, pero no me molestaba; se sentía bien tenerla tan cariñosa.

A la mañana siguiente, me levanté a primera hora, alegre de estar de vuelta en mi lujoso pero sencillo departamento.

Tomé un baño con ayuda de Jazmín, quien extrañamente no trató de propasarse y procedí a vestirme.

Usé un conjunto de ropa interior de encaje color lila que consistía en unas pequeñas bragas y un sostén que levantaba mis ya firmes pechos.

Cuando me di cuenta, vestir así se había vuelto natural.

—Rika, usa esto, se te verá muy bonito —y Jazmín me escogió unos jeans negros con parte del muslo izquierdo cortado para dejar ver mi marca, una blusa gruesa de cuello de tortuga y una chaqueta delgada.

—¿Segura?

Ella asintió mientras yo miraba por la ventana; al parecer haría frío, así que me puse lo que me dio sin pensarlo mucho.

Emisaria De La Diosa Del Mal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora