Como Ser Una Hija De Perra

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Mi poder actual duplicado una vez con cada prenda divina más el aumento que ofrecía el templo principal de Rose y la duplicación total de los valores juntos gracias a la joya, hacían que mi Mp fácilmente superara los cuatro mil puntos. Cosa curiosa ya que mi Mp base era de cuatrocientos sesenta y ocho.

Estar en el templo mientras usaba todos mis accesorios me daba una gran ventaja. Me atrevería a decir que como estaba ahora, muy pocos enemigos podían hacerme frente.

El viejo líder del culto al dios de la gracia y los líderes de las religiones principales en este mundo posiblemente serían parte del selecto grupo que podría enfrentarme dentro de mi templo, pero por ahora no buscaba batalla. Primero me volvería un poco loca con la mazmorra y más tarde buscaría la forma de hacerme tan fuerte que incluso la misma Rose tendrá que prestar su  cuerpo sumisamente.

Mi venganza vendrá y esta vez seré yo quien la viole a ella.

Y así comencé, riendo como una Malvada mientras el suelo temblaba bajo el templo y se reacomodaba de la forma que yo quería.

La tierra y la piedra se separaban en diferentes grupos al igual que la grava y los demás minerales que había, por lo que empecé a separar el lugar en segmentos. Incluso aproveché los materiales que habían sido traídos para esto.

Construí y diseñé muros y pilares con adornados rústicos, pues servirían para mí plan. Deshice y reacomodé el terreno; no había límite para lo que me podía extender hacia abajo y planeaba aprovecharlo.

Literalmente veía todo como si fuera un juego de construcción en tercera persona, manipulando todo desde arriba.

El suelo en el primer piso de la mazmorra se acomodó y seguí trabajando en las paredes laberínticas mientras mandaba a grupos de demonios a escarbar más allá del templo, pues era una parte que no estaba en mi territorio. De este modo, la mazmorra empezaría a unos seis metros más allá del sótano y tendría un túnel que conectaría con el exterior de la ciudad.

A pesar de todo, construir algo así era más difícil de lo que pensé, pues no había terminado el primer piso cuando mi Mana comenzó a agotarse; afortunadamente había muchas fuentes de energía en las cercanías.

—¿Qué pasa? —preguntó Eris cuando me detuve luego de una hora.

—Necesito energía —y sin decir más, la besé. Su estamina bastaría para recargar mi Mp.

—¡¿Qué haces?! —ella me separó enseguida.

—Estoy corta de energía. La necesito para continuar.

—Seguro que sólo es una excusa para besarme —la demonio no me creía.

—Pff, si quisiera besarte no podría excusas, te besaría y ya, pero tenemos un trato, así que no usaré mis poderes contigo ni te forzaré, pero enserió necesito energía así que dame un poco y reúne a todas las chicas del templo.

Eris suspiró y se dejó besar, pero no me permitió usar la lengua, así que tuve que conformarme con eso.

Durante las siguientes dieciocho horas, estuve drenando la energía de las chicas del templo mientras trabajaba con emoción en la nueva mazmorra; esto me emocionaba mucho en realidad.

Y cuando terminé, había creado una edificación de más de seis pisos bajo el templo, siendo el primero y el segundo laberintos adornados con paredes de piedra y grava; el tercero con arenisca y tierra en general; el cuarto y quinto eran laberintos de tierra seca y endurecida con pequeños túneles entre las paredes; el sexto piso de nuevo estaba adornado con piedra con patrones más detallados y ostentosos que los primeros y finalmente, en el sexto no había nada; era sólo una cueva sin nada especial.

Emisaria De La Diosa Del Mal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora