Inútiles

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Rudi murió, el equipo estaba destrozado y no sabíamos que hacer.

Remi, Taffy, Nikki y yo golpeabamos la puerta con desesperación mientras gritabamos su nombre, pero en su lugar, golpes provenían del otro lado; los goblins y ogros venían.

—¡Chicos! —el grito de Lena nos llamó; ella entre lágrimas usaba su florete para combatir con los Zombies que estaban en esta habitación. El resto estábamos tan desesperados por Rudy que no los vimos—. ¡Necesitamos salir de aquí ya!

Endureciendo nuestros corazones, corrimos a ayudarla, cortando cabezas e incendiando mientras Taffy veía desde atrás; ella tenía que mantenerse segura o nadie curaría nuestras heridas.

Los Zombies eran el doble en número, pero los acabamos rápidamente. La puerta de la mazmorra estaba finalmente cediendo y por suerte llegamos a la siguiente habitación antes de que se rompiera; parecía un punto de descanso, pues era un puente rodeado de agua el cual llevaba a la siguiente puerta.

Si lo hubiéramos sabido, habríamos traído a Rudy con nosotros; aquí podríamos haberlo curado y saber eso nos deprimió aún más. Era como si esta Mazmorra estuviera diseñada para bajar nuestra moral.

—¡No! ¡No! —Taffy gritaba—¡¿Por qué no vino con nosotros?! ¡¿Por qué no use mi magia desde el principio?! —si la persona encargada de mantener nuestro ánimo estaba destrozada ¿Qué nos esperaba a nosotros?

Los monstruos no eran fuertes, pero ¡Dios! Un error de juicio y ya estábamos destrozados.

Un sonido de golpe vino de la otra habitación, pero sólo eso.

—Taffy —segundos después, la voz de Rudy vino del otro lado.

—¡Rudy! —la pequeña abrió la puerta sin dudarlo ni un segundo y la desesperación entró. Un Rudy zombificado y maltratado la sujetó mientras decenas de goblins se colaban por la puerta.

—¡Haaa! —Taffy gritaba tratando de liberarse y corrí hacia ella agitando mi daga para apartar a los goblins que venían en línea recta.

—¡Taffy!

Rudy retrocedía mientras la sujetaba y los montones de goblins a su alrededor le arrancaban la ropa.

Mi avance era lento y no podía alcanzarlos, menos aún cuando dos ogros me taparon el camino.

Una bola de fuego pasó por mi lado, impactando a uno de los ogros y haciendo explotar su cabeza. Remi la había lanzado.

Esquivé el garrote del segundo ogro y salté sobre su espalda; casi llegaba.

—¡Tray! ¡Tray! ¡Ayuda! —Taffy gritaba en desesperación y extendía su mano hacia mí.

Dejé de sacudir mi daga e ignoré los golpes de los goblins para alcanzar la mano de Taffy.

Dolía, pero tenía que, no la dejaría ¡no perdería a otro compañero.

—¡Taffy! ¡Te tengo! —sujeté su mano para jalarla a mi lado con algo de alivio, pero un destello pasó entre nosotros; un ogro que llegó por la izquierda, blandió un enorme machete, por lo que me dejó sosteniendo sólo la pequeña mano de Taffy.

—¡Haaa! —ella gritaba de dolor mientras su sangre salpicaba y yo me quedé en shock por un momento; fue sólo un segundo antes de tratar de alcanzarla nuevamente, pero el destello brillante del machete me hizo levantar mi daga por reflejo.

Tuve que retroceder por el golpe. Si se trataba de Rudy, él habría bloqueado sin esfuerzo y rescatado a Taffy a pesar de los golpes, pero yo era un líder inútil.

Emisaria De La Diosa Del Mal 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora