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¿Cómo que se me estaba olvidando subir emisaria?
Eso no puede ser, ¡Aquí tienen!
Tranquilamente y con ojos inquietos, observaba a mi alrededor desde mi comoda silla giratoria.
Tras de mí, un grueso, largo, ancho y cristalino ventanal de vidrios pulcros y resistentes. Sin importar las personas que arrojara contra él, no se rompería; también resistiría bien los disparos.
Frente a mí, un gran escritorio de cristal templado y negruzco sobre el cual descansaban una computadora de la más alta calidad y algunos papeles.
Unas plantas adornando las paredes, un sillón en una esquina y grandes puertas dobles pertenecientes al elevador en el final de la habitación... Se seguía viendo muy vacía, tal vez exageré con el tamaño que quería para mi oficina en la parte más alta del edificio, pero supongo que está bien por fin poder darle uso.
La remodelacion del lugar tomó mucho tiempo aún con mis androides y al principio no podía usar demonios debido a la vigilancia constante de esos héroes; no podía dejar que Phantom los viera, pues ella podría notar su energía y eso sería un estorbo. Es la misma razón por la que he evitado toparme con esa puta mujer.
Aún así, todo se volvió más sencillo cuando coloqué una capilla que abarcaba casi todo el piso de enmedio y le di vida a otra rosa de la Diosa del Mal, desde entonces, la propia energía que emanaba el edificio cubrió mis acciones... Si tan solo pudiera usar magia de protección podría evitar la entrada de intrusos, pero ese era trabajo de Jazmín y yo nunca la aprendí, así que tuve que improvisar.
Coloqué barreras de energía del mundo del futuro en las entradas; tanto de la planta baja como del techo y estaba en proceso de fabricar más, pero era difícil, los materiales costosos y mi capital muy reducido.
Los últimos días tuve incluso que vender la propiedad de algunos de "mis inventos" más sencillos, nada que me produjera muchas ganancias, pero tampoco que pudiera dar un gran avance al mundo; solo sería suficiente para mantenerme en el mercado por unos meses más y terminar mi edificio en su totalidad.
En cuanto a mi atuendo, estaba en el rol de una mujer de negocios, y como tal, complementé mi papel con un poco de ayuda. Una blusa púrpura, un saco a la medida, se color negro y tonos ligeramente morados, el cual que se ajustaba a mi cuerpo, una minifalda ejecutiva, pantimedias largas para resaltar mis piernas y he de decir que al principio me llenó de vergüenza tener que usarlas junto con unas zapatillas de tacon bajo, pero quien me ayudó a prepararme, me dijo que era parte de mi imagen, cosa que me recordó a las palabras de Jazz.
"Eres hermosa, pero puedes ser más hermosa y la gente te subestimará si no luces de manera apropiada para cada situación", y yo odio que me subestimen... Salvo que sea parte de mi plan, por supuesto.
Aún así, era molesto tener esas cosas apretando desde la punta de los pies hasta las nalgas, ponérselas con cuidado para no romperlas y sentirlas estirándose o encogiendose al caminar.
Incluso rompí tres pares al intentar usarlas. Lo único bueno es que al ser semi transparentes, no ocultaban el símbolo de Rose en mi pierna.
¿De quién fue la idea de inventar ropa tan, tan frágil? Si viviera, le daría una sarandeada para hacerlo entrar en razón.
Al menos mi ropa interior era cómoda, y lo que usaba sobre ella... Me sentía como en uno de esos cómics de super héroes y estaba emocionada por el momento de usarlo. Ya se acercaba.
Esto era divertido en cierto sentido, pues me gustaba un poco el rol... O más bien las referencias, y no perderé oportunidad de hacer una buena referencia.
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Emisaria De La Diosa Del Mal 2
FantasyContinuación desde el episodio 74 de la historia original.