—Y entonces, Daniela dijo que no podía ponerme más películas porque, y escucha esta ridiculez ¡tiene que dormir!
—No, cielos, que tontería...
Tras un rato de que el emperador se retiró y las niñas me convencieron de quedarnos, había vaciado un par de botellas bebiendo con Zoe; yo me quejaba y ella... Parecía sarcástica por alguna razón.
—¡¿Cómo se atreve?!
—Si, como si dormir fuera una necesidad biológica o algo así. Que egoísta.
Tal vez era el alcohol en mi sistema.
—¡¿Verdad?! —reconocí con exagerados ademanes.
—Rika —suspiro finalmente—. Has estado aquí toda la mañana y la tarde... Creo que deberías dejar de beber.
—¿Por qué?
—Porque si no, terminarás como cierto científico alcohólico y su pistola de portales... ¡Demonios! Me estoy perdiendo la cuarta temporada...
—En primera, no sé de qué me hablas, en segunda, me vale.
—Lo que quiero decir es que embriagarte no te llevará a nada.
Me burlé despectiva.
—Como si pudiera embriagarme; mi cuerpo convierte todo lo que consumo en energía para mí; sólo sentiré la ebriedad un par de minutos y volveré a la puta normalidad... En caso de que deje de beber, claro.
Mientras siga bebiendo, seguiré ebria —me reí al final y di otro gran trago a una botella de mezcal a mi lado, no había tiempo para decoro.
[Resistencia al alcohol Lvl UP]
—¡Puta madre!
—Rika, no creo que haya suficiente alcohol en el mundo para alejarte del dolor.
—Lo habría si dejara de generar resistencia —me quejé y azoté la botella contra el suelo—. Me voy a mi cuarto —podía sentir como estaría sobria de nuevo.
—Te acompañaré.
—No es necesario —seguí mi camino—. Las niñas irán a... No sé a donde —fruncí el ceño al ver en mi mapa como se encontraban fuera de la torre.
—¿A qué te refieres?
—Cierto, no las tienes en party —ya mi habilidad convirtió la torre en otro servidor de "Mundo de videojuego", las personas conectadas no estaban obligadas a formar party con nadie y como mucho, veían a los otros como aliados cercanos en su mapa—. Las niñas salieron de la torre.
—Eso explica porqué uno de mis zorritos también se fue. Le dije que las vigilara cuando salieron de este bar.
—Que amable de tu parte —decidí seguir de nuevo a mi cuarto mientras hablaba—. Me voy a dormir.
—¿No iras por ellas? Es peligroso estar en las calles a esta hora.
—Estarán bien, ellas son más peligrosas que cualquier bandido.
—¡De eso estoy hablando! —se quejó mientras iba detrás de mí—. ¿Qué harás si la ciudad se llena de zombies?
—Decirle a ustedes que los eliminen para quedar como héroes ante el emperador y la ciudad —me encogí de hombros y seguí mi camino, dejando atrás a la zorrita.
En pocos minutos llegué a un elevador personal, el cual me escaneó y me llevó directo a mi cuarto. Había varios de esos en la torre, pero sólo yo y mis allegados podríamos ir al último piso, a mi habitación de un kilómetro de circunferencia... Más o menos. Mi cuarto ocupaba una octava parte cuando mucho, lo demás era jardín, piscina y una bodeguita para mis cachivaches.
ESTÁS LEYENDO
Emisaria De La Diosa Del Mal 2
FantasyContinuación desde el episodio 74 de la historia original.