Autor.
Este capítulo iba a tardar al menos semana y media más, pero...
¡Agradezcan a maker-00por hacerme subirlo antes!
Disfruten y comenten, maldita sea, ayúdenme a llegar a más gente y estaré más motivado a seguir este tomo...
Lo digo en serio, quienes me siguen desde hace tiempo, saben que suelo dejar algunas historias a uno o dos capítulos de terminar :v.
Culpo a la falta de motivación :v.
Maldita Rose...
Juego con las niñas, pero esa extraña sensación me tiene abochornada.
Me distraigo y una de ellas se arroja hacia mí, colgándose de mi brazo.
—Te atrapé, mamá, yo gané —Gz está feliz.
—No es justo, yo quería atrapar a mamá —CC se ha desanimado por ello, así que camino, con la primera en mi brazo y me agacho—. Seguro tú ganarás la próxima -acaricio su cabeza y ella sonríe.
—Yo sé que sí.
—Ahora, vayan a jugar, tengo que... hacer algo.
—¿No seguirás jugando con nosotras?
Llegamos todo el día y cada vez me siento más rara.
—En unos minutos, ahora vayan.
—¿Por qué estás tan roja mami?
—Emmm, necesito agua, ahora vuelvo —como puedo, me las quito de encima y corro a mi habitación, pero mientras más bruscos son mis movimientos, más raro se siente.
¡Rose! ¡¿qué le hiciste a mi ropa interior?!
—Hola Rika, ¿qué hay? —paso al lado de Zoe, pero al no poder con la sensación, la ignoro y sigo corriendo hasta llegar.
Llego a mi habitación jadeante y me inclino sobre la cama, renuevo el vestido con mi inventario y me veo al espejo.
—¡¿Qué es esto?! —grito consternada.
Todo lo que veo son diamantes, perlas...
Ignorando las pantimedias, mi ropa interior es básicamente un gran arnés de cuerpo completo, con unas bragas sin fondo cuyos laterales rodean los lados de mi vagina, presionandose fuerte contra mis labios, dejándolos salir mientras enmedio surge un delgado hilo con un diamante que se aprieta justamente contra mí clitoris, y unido por ganchos, está el resto del arnés, que pasa por mis costados hacia mis pechos, apretando alrededor y sujetando perlas rosáceas que se rozan directamente con mis pezones, haciendo círculos alrededor dependiendo de cómo me mueva.
[Rose: ¡Sorpresa! ¡¿Verdad que es hermoso?!]
—¡Podrías haberme avisado!
Frustrada, jalo las bragas tratando de romperlas, pero el diamante me presiona justo en donde no debería y caigo sobre la cama con un gemido.
—Maldita sea... —muevo mi inventario y...
[Funciones bloqueadas, esta prenda debe retirarse manualmente]
—¡Me las vas a pagar, Rose!
—Rika, ¿qué sucede? te hablé y... —Zoe llega a mi recámara, extrañada por mi reacción de antes y queda unos segundos en silencio al verme acurrucada y con las manos en la entrepierna-. Perdón, no sabía que estabas ocupada.
—No, no... —me trago mi orgullo—. Podrías... ¿puedes ayudarme a quitarme esto?
—¿Por qué no usas tu inventario?
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Emisaria De La Diosa Del Mal 2
FantezieContinuación desde el episodio 74 de la historia original.